Hay que reconocer que Nick Cave, tras la utilización de sus temas para la serie Peaky Blinders, que dicho sea de paso se ha convertido en la sombra de lo que fueron las tres primeras temporadas, pierde fuelle además de soltar un tufo a oportunismo mercantil. Las desgracias en la vida privada del australiano le han llevado a sumergirse en un constante e ininterrumpido movimiento creativo, ya sea ofreciendo unos shows impresionantes y catárticos, o bien publicando libros, películas, discos y bandas sonoras a un ritmo que dentro de poco dejará a Zappa y Neil Young detrás.
Hasta ahora todo me parece de alto nivel y por mucho que algunos critiquen su unión tan estrecha con Warren Ellis, yo más bien la aplaudo ya que le ha llevado a una madurez y una manera de enfocar su carrera bajo otro prisma más ajustado a su propia personalidad, que ha ido cambiando por las vicisitudes de la vida.
Ahora en Netflix, podemos disfrutar de una película y de una serie que llevan la música de estos genios como telón de fondo.
Los críticos hablan de la película “Blonde” muy bien, tanto por su inquietante y hermoso tono, que ha sido resaltado justamente por esa manera que tiene de plasmar la inquietud Cave y Ellis , como con una partitura sofocante que ahoga pero no aprieta.
La película de Andrew Dominik amigo de la pareja de músico enseguida cautivó y plantó una semilla creativa en estos dos Bad Seeds. El dúo elaboró la banda sonora como una experiencia desafiante, queriendo crear unas composiciones para esta aterradora y compleja reinvención de la historia de Marilyn Monroe. Cosa conseguida, ya que además de oscura, como las películas, también consiguen que emane algo de espiritualidad, algo muy presente en los últimos trabajos de Cave como Carnage.
No me pronunciaré sobre la película, que es un trabajo arduo tener que opinar sobre la figura de un icono tan importante e impresionante como Marylin Monroe. Lo que sí me parece muy interesante es el planteamiento de una historia que a priori parece ya como muy manoseada que todos conocemos.
En cuanto a la BSO, lo dicho, Cave y Ellis están en un estado de gracia que espero dure y sepan cerrar el grifo antes de caer en lo burdo y repetitivo.
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