David Galeote: Muy buenas, estamos con Sôber. Acabáis de editar el que es vuestro undécimo trabajo “E-L-E-G-Í-A”. ¿Cómo ha sido la grabación del mismo?
Carlos Escobedo: Bueno, pues la grabación, hay que decir que lo hemos hecho justo en el periodo de la pandemia, entonces ha sido una grabación atípica completamente, porque bueno íbamos poquito a poco, el primero que entró fue Manu, estaban en la sala de control, Alberto Seara a los mandos, yo como productor también aquí, al final pues íbamos haciendo digamos un poco todo como encaje de bolillos, pero era una de las cosas que queríamos hacer porque estábamos viviendo una pandemia, y tener la cabeza en el disco ha sido lo mejor que hemos podido hacer, no. Entonces al final ha sido una labor diferente pero el resultado ha sido muy bueno.
David: “E-L-E-G-Í-A”, según mi opinión y lo que he leído en otras entrevistas, tiene una contundencia muy cruda, que recuerda a vuestros primeros discos, pero el sonido es lógicamente más moderno. ¿Es un efecto motivado para contrarrestar vuestro anterior disco “La Sinfonía Del Paradÿsso” o ha sido casualidad?
Carlos: Bueno, yo creo que sí que es cierto que un disco como “E-L-E-G-Í-A” ya iba haciendo falta, porque veníamos de un “Vulcano”, un disco mucho más intrépido a nivel rítmico, y la parte digamos de la parte de “La Sinfonía Del Paradÿsso”, lo que nos dio fue una amplitud de miras, de ver como un disco que habían pasado más de 15 años, como todavía seguía vigente, pero a la hora de elegir canciones nuevas, tengo que decir que sí que queríamos hacer un disco mucho más solemne, mucho más oscuro, porque yo creo que hay unos Sôber antiguos que tenían esa parte de melodías más oscuras, de canciones más intimistas, y creo que “E-L-E-G-Í-A” tiene eso. Hay canciones como “Elegía” o “El Día De La Liberación” que tiene unas voces y tiene una serie de cosas que te acercan a casi un estilo mucho más gótico, y creo que esa parte está bastante centrada en lo que es el disco y lo que es la portada. Al final todo tiene una coherencia.
David: ¿Las orquestaciones que acompañan a temas como “Elegía” y “El Día De La Liberación”, viene reflejados por la época en que tocabais con la orquesta sinfónica, o es cosa propia? y ¿Quien la ha compuesto esas orquestaciones?
Carlos: Las orquestaciones las ha hecho Javier Blanco, que es el que también hizo la orquestación de “Sinfonía Del Paradÿsso”, pero sí es cierto que hemos querido limpiar, y ahí donde pedían violines, violas y chelos, hemos querido hacerlo todo con voces. Hay canciones incluso como “Eclipse”, que dentro del estribillo, hay unas voces que están orquestando, pero a nivel vocal. Hemos querido darle otro concepto más coral, y todos los arreglos que ahí, casi todos son todos más basados en voces y en estribillos amplios y grandes, pero sin olvidarnos de que la contundencia del riff de guitarra y de la contundencia de la batería, eso no se podía perder. Todo eso era siempre un añadido pero sin que cogiese un protagonismo superior.
David: Hemos hablado también del diseño del disco, que es todo un acierto. ¿De quién fue la idea y qué simbología tiene la presencia del cuervo?
Carlos: La idea fue un poco mía, aunque luego se fue gestando, porque como mi hija es la que ha hecho todos los diseños y los interiores y demás, buscábamos que con el título, que era “E-L-E-G-Í-A”, que no deja de ser una canción, un lamento hecha a la pérdida de algo y de algo, a la muerte en general. Entonces, mitológicamente el cuervo siempre ha sido la simbología de la muerte. El hacer el cuervo con las alas abiertas en la portada, era también darle ese punto impetuoso de la salida del disco, y la parte de atrás era como el proceso de estado de calma que tenía el cuervo, y al final todo lo que pasa entre medias son, ese pasaje de canciones, de fragmentos, de letras y de imágenes y lo que son las ilustraciones. Al final hemos querido hacer prácticamente como un disco-libro de ilustraciones, para que la gente y nosotros mismo, que creemos en el formato, tuviésemos algo diferente. Tuviésemos un disco más completo, y creo que el disco ha quedado muy compacto.
David: La grabación y producción de “E-L-E-G-Í-A” la habéis hecho durante la pandemia, ¿Lo has hecho en tus propios estudios o te has ido a otro estudio?
Carlos: Lo hemos grabado en “Cube”, que son mis estudios, y que realmente ya es como nuestra segunda casa, entonces estamos muy cómodos, y lo hemos podido hacer como hemos querido realmente, porque los primeros días por ejemplo, como estamos metidos dentro de la pandemia pura y dura, no había sitio ni siquiera donde salir a comer, entonces al final, teníamos allí nuestra nevera, nuestro microondas. Y al final era nuestra segunda casa y en un sitio donde nos encontrábamos muy a gusto. “Cube” tiene 21 años, y tengo que decir que nos encontrábamos muy cómodos, y las pautas han sido las mismas pero de una manera atípica. Totalmente diferente, un disco mucho más intimista, porque precisamente se ha grabado así, yo cuando estaba grabando voces, estaba yo solo, con Alberto a los mandos, y estábamos los dos solos. Siempre suele haber más gente, siempre suele haber más rollo, pero esta vez ha sido diferente. Y Manu, él te puede contar cómo ha vivido también su grabación.
Manu Reyes: Si, muy bien, la verdad, una experiencia diferente. Como dice Carlos, “Cube” es nuestra casa, y también con todo esto de la pandemia, nos podíamos organizar más tranquilamente. Los estudios y todo estaban cerrados, y de esa forma, los tres trabajando con tranquilidad, jornada intensiva de 8 a 3 que hacíamos, como no había sitios para comer ni nada. Pero muy bien. Todo muy tranquilo, y sobre todo, con la cabeza muy puesta en el disco, trabajando con tranquilidad, sin prisa. Pero la verdad es que ha sido una grabación atípica y muy diferente.
David: He leído que “E-L-E-G-Í-A” es un homenaje a dos miembros fundamentales del grupo, que ya se fueron lamentablemente, como Alberto Madrid y Big Simon. Es un homenaje, sobretodo el tema “Elegía”
Carlos: Si, es un poco la canción, de ahí si que viene que luego rescatamos el título de esa canción para que fuese el título del disco, porque creo que esa canción define muy bien, pues el sentimiento que tiene el disco. El disco tiene un sentimiento de lamento, de la pérdida. Tengo que decir que aunque esos compañeros, nuestros compañeros Alberto Madrid y Big Simon no están con nosotros físicamente, pero siguen latentes, y creo que este disco todavía los recuerda más, porque se acerca a los primeros discos donde ellos sí que nos acompañaban.
David: Las orquestaciones son muy tipo de Big Simon.
Carlos: Claro, es que Big Simon ya estuvo trabajando con nosotros en “Paradÿsso”. Hace ya bastante, y Alberto entró justo en la gira “Morfología”, o sea que realmente hicimos ahí nuestro equipo, nuestra familia. Y al final es que la familia ha perdido dos miembros, pero siguen con nosotros. Y esta canción es un homenaje puro y duro.
David: El otro día tocasteis en Madrid, dentro de lo que es el ciclo “Escena Madrid”, que está haciendo volver los directos a nuestra realidad. ¿Que tal fue la sensación?
Carlos: La sensación fue espectacular, fue brutal. El volver otra vez a encontrarte con el público, ya directamente esa mañana, cuando te levantas, ya dices: Me voy de bolo. Eso ya mola. Y te haces tu maleta, me llevo esto. Al final, empieza como un poco el ritual, y cuando llegas, ves la prueba de sonido, empiezas a meterte en tu camerino, como que no ha pasado ni un día desde el último concierto. Como montar en bici, no se olvida, y llegar al escenario, ver a casi 2000 personas, el público entregadisimo, aun estando sentados, pero con muchas muchas ganas, y tengo que decir, que nosotros encima del escenario, como pez en el agua. Que había un año pero es eso, que parecía que te acababas de bajar del otro y te habías subido a ese. Lo vivimos de una manera brutal, el sonido fue brutal, las luces. Todo, la verdad es que estuvo perfecto.
David: Pero sin una orquesta detrás.
Carlos: Claro, los 4 nada más.
Manu: Con la orquesta era todo mucho más tranquilo y otro tipo de ambiente también, pero a la hora de volver al directo como el sábado pasado, soltamos toda la adrenalina que llevábamos acumulado desde casi un año y se notaba. Se notaba encima del escenario que fluía, y las ganas que había de volver.
David: Y supongo que tendréis algunas fechas de presentación para el disco girando o todavía estáis esperando a que la cosa se tranquilice un poquito más.
Carlos: No, ya tenemos fechas. Empezamos ahora el día 14 de Julio con un acústico en Bilbao, en el Fnac presentando el disco, y luego el día 24 estamos en Vitoria, el día 28 estamos en Murcia, el día 7 estamos en Baiona, el día 8 estamos en Alicante. En Septiembre estaremos en las fiestas de Leganés, San Nicasio. Y más cositas que están surgiendo. Lo más probable es que vayamos a Toro.
Yo creo que este disco es un disco que va funcionar muy bien tanto en escenarios grandes como también en las salas, que es lo que tenemos pensado hacer en Febrero, en la gira de salas, cuando ya se supone que la normalidad volverá a su ser y podamos otra vez meternos todos en una sala. Que estemos todos vacunados y estemos todos buenos
David: Y ya para terminar, en breve cumplís 30 años, de lo que es vivir la carretera, y va a coincidir con esta salida tan esperada y ansiada. ¿Estáis preparando alguna cosa especial, o todavía no hay tiempo para esas cosas, primero el disco y luego el aniversario?
Carlos: Primero el disco, porque la gira 30 aniversario llegará, llegará. Pero de momento va a ser la salida de este disco, además es un disco que yo creo que tiene mucho recorrido, porque lo que te decía, están todos los festivales y tal, pero la gira de salas nos va a llevar de una manera muy amplia, y creo que va a tener bastante recorrido. Es un disco que yo creo que nos va a tener por lo menos dos años en la carretera, y espero que hasta 2023 o por ahí, estemos todavía liados con el disco y con muchas ganas.
David: Muchas gracias por atender a Rock, The Best Music. Enhorabuena por el disco, por la próxima gira que vais a dar, y espero veros en los escenarios.
Carlos: Muy bien, pues encantados de atenderos.
Manu: Muchas gracias.
Entrevistador: David Galeote
Fotografía: Miguel Ángel Príncipe
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