The Jayhawks y Lina_Raül Refree actuarán en julio en el Museo Chillida Leku de la localidad guipuzcoana de Hernani. La banda estadounidense lo hará el 8 de julio, mientras que el dúo formado por la cantante portuguesa Lina y el barcelonés Raül Refree lo hará el día 10.
Ambas actuaciones son una coproducción entre Houston Party y Ginmusica y ambas tienen el atractivo añadido de celebrarse en un lugar tan especial como el citado Museo Chillida Leku, un museo confeccionado en sí mismo como una obra de arte y fusionado con la naturaleza, con las esculturas de acero y granito integrándose en el paisaje como si siempre hubieran formado parte de él.
Cuando hablamos de The Jayhawks (que os recordamos que también actuarán el 9 de julio en el Teatro de La Laboral de Gijón) nos estamos refiriendo a uno de los iconos de la americana, galón que llevan luciendo más de tres décadas, nada menos. Un estilo de música al que han ido aportando sensibilidad pop desde ese movimiento pendular que va del country-rock al folk-rock, sin olvidar puntuales arrebatos de banda de bar. Como si no quisieran dejar de insistir en las enseñanzas de The Byrds y en reflejarse en maestros como Gene Clark, Neil Young o Gram Parsons.
Desde que surgieron en Minneapolis a mediados de los ochenta han ido creando un mundo campestre apto para la escena del rock alternativo, con melodías redondas, ejecución impecable y armonías melosas. Rápidamente, con sus dos primeros discos (su debut homónimo en 1986 y “Blue Earth” en 1989), se convirtieron en una formación de culto, aunque con el tercero, “Hollywood Town Hall” (1992) subieron el listón de la fama y también el de la calidad, inaugurando su edad dorada, que transcurrió en el sello American Recordings y enlazó ese álbum con “Tomorrow The Green Grass” (1995), “Sound Of Lies” (1997), “Smile” (2000) y “Rainy Day Music” (2003). Los tres últimos ya sin Olson en la banda y con Louris controlando la brújula. Encumbrados a la categoría de referentes, porque también ellos se habían convertido ya maestros, saturados por su propio éxito, decidieron parar y coger aire. Retornaron (con Olson reincorporado a la formación) en 2011 con “Mockingbird Time”, al que siguió (esta vez con Olson de nuevo fuera) “Paging Mr. Proust” en 2016. Sus dos últimos álbumes son “Back Roads And Abandoned Motels” (2018) y “XOXO” (2020).
Por su parte, la alianza entre Lina y Raül Refree (Raül Fernández Miró) es una propuesta que apunta muy alto. Primero, porque él, el barcelonés Raül, productor y multiinstrumentista (en cuyo currículo como músico indie aparecen Cornflakes, Romodance, Sitcom, Élena y su apuesta más personal, Refree, entre las bandas donde militó), lleva años siendo el timón de algunos de los más interesantes proyectos de renovación musical de nuestra escena (y, por extensión, de la europea). Lo ha hecho estableciendo lozanos puentes entre la música de raíz y la canción de autor, en iniciativas que ha tratado, mimado, con calma y una mentalidad de artesano, con oficio, en producciones minimalistas que buscan, sobre todo, señalar lo esencial. Ejemplos: Silvia Pérez Cruz en el inicio de su etapa post-Las Migas, a la que relanzó al coproducir el álbum “11 de noviembre” (2012) y consolidó con “Granada” (2014); Rosalía, con quien elaboró su primer disco, “Los Ángeles” (2017), antesala del éxito global de “El mal querer”; o, el mismo año, Rocío Márquez y su “Firmamento”; siguiendo con la “Antología del cante flamenco heterodoxo” (2018) de Niño de Elche y rematando con Rodrigo Cuevas y su “Manual del cortejo” (2019). En su nutrido currículo de producciones y coproducciones figuran más nombres de peso, como Kiko Veneno, Josele Santiago, Lee Ranaldo, Christina Rosenvinge, Els Pets o Maria Rodés.
Y segundo, porque en esta iniciativa dual encontramos a la portuguesa Lina (Carolina Rodrigues), que es una estupenda intérprete de fado con formación clásica y toda una experta en (y devota de) la legendaria Amália Rodrigues. Lina impresionó a Refree cuando este la escuchó cantar en el Clube de Fado de Lisboa. Y lo hizo hasta tal punto que le propuso desarrollar un proyecto conjunto. Dicho y hecho: Lina seleccionó algunos clásicos de su idolatrada Amália e inmediatamente ella y Raül empezaron a trabajar en el estudio. Él enmarcó la voz de ella en nubes analógicas, con arreglos brillantes y un enfoque casi espectral casi nunca antes probado, más pendiente de la emoción que de la geografía, dando al fado una visión electrónica que subraya su condición universal. A veces, para hacer historia hay que romper las reglas. El resultado, “Lina_Raül Refree”, de enero de 2020.
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