Este fin de semana toca ya el poema LIII de Las Flores del Mal, la obra de Charles Baudelaire. El cual se titula «La invitación al viaje». En el que Baudelaire invita a una dama a vivir con él en un lugar, fundiendo la descripción del mismo con la de la dama. Un bello poema de versos cortos que es una ventana por la que mirar.
LAS FLORES DEL MAL – CHARLES BAUDELAIRE
L’INVITATION AU VOYAGE
Mon enfant, ma sœur,
Songe à la douceur
D’aller là-bas vivre ensemble !
Aimer à loisir,
Aimer et mourir
Au pays qui te ressemble !
Les soleils mouillés
De ces ciels brouillés
Pour mon esprit ont les charmes
Si mystérieux
De tes traîtres yeux,
Brillant à travers leurs larmes.
Là, tout n’est qu’ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.
Des meubles luisants,
Polis par les ans,
Décoreraient notre chambre ;
Les plus rares fleurs
Mêlant leurs odeurs
Aux vagues senteurs de l’ambre,
Les riches plafonds,
Les miroirs profonds,
La splendeur orientale,
Tout y parlerait
À l’âme en secret
Sa douce langue natale.
Là, tout n’est qu’ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.
Vois sur ces canaux
Dormir ces vaisseaux
Dont l’humeur est vagabonde ;
C’est pour assouvir
Ton moindre désir
Qu’ils viennent du bout du monde.
— Les soleils couchants
Revêtent les champs,
Les canaux, la ville entière,
D’hyacinthe et d’or ;
Le monde s’endort
Dans une chaude lumière.
Là, tout n’est qu’ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.
LA INVITACIÓN AL VIAJE
Pequeña mía, hermana,
sueño con el dulzor
¡de irnos de aquí a vivir juntos!
amar con tiempo,
amar y morir
¡al país que se te parece!
Los soles húmedos
de esos cielos nublados
para mi espíritu son el encanto
tan misterioso
de tus traidores ojos,
brillantes por sus lágrimas.
Allá, todo es orden y belleza
lujo, calma y placer.
Los muebles relucientes,
pulidos por los años,
decorarán nuestra habitación;
las más raras flores
mezclarán sus olores
con las vagas fragancias del ámbar.
Los ricos techos,
los espejos profundos,
el esplendor oriental,
todo allí hablará
con el alma a escondidas
su dulce lengua natal.
Allá, todo es orden y belleza
lujo, calma y placer.
Mira sobre esos cauces
descansar esas naves
donde el ambiente es vagabundo;
es para satisfacer
tu último deseo
que vienen del fin del mundo.
— Los soles ponientes
cubren los campos,
los canales, la ciudad entera,
de jacinto y oro;
el mundo se queda dormido
entre una cálida luz.
Allá, todo es orden y belleza
lujo, calma y placer.
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