Nueva sangre se incorpora a la Tierra
y enseguida es subyugada
por medio de una continua y dolorosa desgracia.
El niño aprende sus reglas.
Con el tiempo, ese niño se retrae.
Este jovenzuelo chivo expiatorio hace algo malo.
Privado de todos sus pensamientos
el joven, se brega a solas y se le conoce.
Un voto consigo mismo.
Que jamás a partir de hoy
su voluntad le arrebatarán.
Lo que sentí, lo que supe
nunca brilló al final; por lo que lo he revelado.
Nunca seré, nunca veré.
No veré lo que pudo haber sido.
Lo que sentí, lo que supe
nunca brilló al final, por lo que lo he sacado a la luz..
Nunca seré, nunca veré,
ni veré lo que pudo haber sido.
Nunca libre, nunca yo.
Así te nombro, el sin perdón.
Ellos dedican sus vidas
a dirigir todo lo suyo.
Él intenta complacerles.
Este hombre amargado obtiene
a lo largo de su vida lo mismo.
Luchó constantemente
una batalla que no se puede ganar.
Un hombre cansado; ven ellos, que ya no se preocupa.
El viejo entonces se prepara
para morir lamentablemente.
Ese viejo soy yo.
Lo que sentí, lo que supe
nunca brilló al final; por lo que lo he revelado.
Nunca seré, nunca veré.
No veré lo que pudo haber sido.
Lo que sentí, lo que supe
nunca brilló al final, por lo que lo he sacado a la luz..
Nunca seré, nunca veré,
ni veré lo que pudo haber sido.
Nunca libre, nunca yo.
Así te nombro, el sin perdón.
Lo que sentí, lo que supe
nunca brilló al final; por lo que lo he revelado.
Nunca seré, nunca veré.
No veré lo que pudo haber sido.
Lo que sentí, lo que supe
nunca brilló al final, por lo que lo he sacado a la luz..
Nunca seré, nunca veré,
ni veré lo que pudo haber sido.
Nunca libre, nunca yo.
Así te nombro, el sin perdón.
Nunca libre, nunca yo.
Así te nombro, el sin perdón.
Tú me etiquetas; te etiquetaré.
Así te nombro, el sin perdón.
Nunca libre, nunca yo.
Así te nombro, el sin perdón.
Tú me etiquetas; te etiquetaré.
Así te nombro, el sin perdón.
Nunca libre, nunca yo.
Así te nombro, el sin perdón.
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