El poema siguiente de la serie Las Flores del Mal, la obra de Charles Baudelaire, es el número XLIII, de título, La llama viva. Un poema que sigue hablando de esos ojos dentro de sus ojos, los de la Belleza. En el que Baudelaire describe cómo los tiene dentro y le guían y esclavizan al mismo tiempo. Viviendo solo para ellos. Un bonito poema que da una idea del compromiso del poeta para con la Belleza.
LAS FLORES DEL MAL – CHARLES BAUDELAIRE
LE FLAMBEAU VIVANT
Ils marchent devant moi, ces Yeux pleins de lumières,
Qu’un Ange très-savant a sans doute aimantés ;
Ils marchent, ces divins frères qui sont mes frères,
Secouant dans mes yeux leurs feux diamantés.
Me sauvant de tout piége et de tout péché grave,
Ils conduisent mes pas dans la route du Beau ;
Ils sont mes serviteurs et je suis leur esclave ;
Tout mon être obéit à ce vivant flambeau.
Charmants Yeux, vous brillez de la clarté mystique
Qu’ont les cierges brûlant en plein jour ; le soleil
Rougit, mais n’éteint pas leur flamme fantastique ;
Ils célèbrent la Mort, vous chantez le Réveil ;
Vous marchez en chantant le réveil de mon âme,
Astres dont nul soleil ne peut flétrir la flamme !
LA LLAMA VIVA
Caminan delante de mi, esos ojos llenos de luz,
que un Ángel muy sabio tiene quizás imantados;
caminan, esos divinos hermanos que son mis hermanos,
agitando en mis ojos sus fuegos diamantinos.
Me salvan de toda trampa y de todo grave pecado,
conducen mis pasos en el camino de lo Bello;
son mis siervos y yo soy su esclavo;
todo mi ser obedece a esta llama viva.
Encantadores Ojos, brilláis con la claridad mística
que tienen los cirios ardiendo en pleno día; el sol
se ruboriza, pues no puede apagar su fuego maravilloso;
Ellos celebran la Muerte, vosotros cantáis el despertar;
camináis cantando el despertar de mi alma,
¡astros cuyo fuego no marchita ningún sol!
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