Townes Van Zandt forma parte de esos artistas que se ha hablado y admirado mucho mas una vez muerto. Tendríamos que escribir una enciclopedia con esta clases de “perdedores” que tanto público como critica ninguneó en vivo y luego, o por conveniencia, o por haberle prestado la atención adecuada le han puesto en el sitio que se merecían.
Townes lo ha logrado gracias a que su enorme influencia en generaciones de artistas lo han aclamado y reconocido como uno de los mejores compositores de Estados Unidos; un Dylan lleno de dolor y alcohol con dificultades para mantener una cadencia compositiva adecuada a la industria. Prefería sobrevivir grabando para el pequeño sello Poppy a entrar de lleno en el engranaje del negocio de la música con su producción sin tregua y enfocada únicamente en lo lucrativo. Su goteo compositivo tuvo un momento álgido a principios de los años setenta donde gozó de algún éxito gracias a maravillas como “ The Late Great Townes Van Zandt” y/o “Delta Momma Blues”.”Sky Blue” , disco que surgen veintidós años tras su muerte. Uno de estos discos que siempre me dejan con la misma pregunta en los labios: ¿Por qué ahora y no antes?. A mi el rollo ese de grabaciones “descubiertas” me fascinan tanto como me producen algo de incredulidad.
Pero aquí, cuidado,” Tenemos oro en paño, algo único, la voz y la música de Townes con ese desasosiego que procura su música, aquí mas desnuda que nunca con ese ambiente nocturno y al mismo tiempo árido que emana de su voz.
Este hombre nacido en Texas, en el seno de una familia adinerada prefirió el folk y el country al petroleo y a la vida acomodada, cambió la facilidad de una vida resuelta por diversas adiciones. Posiblemente fuese ese fardo del entorno familiar adinerado que le hizo mirar al otro lado. En su música se puede escuchar todo eso y no hace ni tan siquiera falta comprender el ingles, sus odas a la soledad, a sus adicciones o mismo a su arrido estado donde nació y vivió se palpa en cada palabra o tintineo de su guitarra. En “Sky Blue”, como en todos sus discos, su alma torturada y su solitaria manera de enfocar la vida es lo que hace grande cada tema. Es triste decir que es el dolor de uno que procura la felicidad de los otros, el desconsuelo, la aflicción de su vida tan intensamente plasmada en sus canciones es lo que hace las delicias del oyente. ¡Qué paradoja mas cruel!
Once canciones inéditas grabadas hace 46 años forman este «Sky Blue», bueno, esto de inédito, como siempre, es una palabra que se puede estirar y moldear al gusto de quienes hace estos “descubrimientos” musicales. La mayoría son demos grabadas en el estudio junto a su amigo periodista Bill Hedgepeth. Cuenta con tres versiones; “Hills of Roane County” y “Forever, For Always, For Certain” de Richard Dobson y una de Tom Paxton “The Last Thing on My Mind”. “Rex’s Blues” y “Blue Ridge Mountains (Smoky Version)” ya eran conocidas del seguidor de Townes, pero aquí gozan de una versión aun mas despojada y desnuda que aterroriza escuchar esa sensibilidad que proviene de la mas obscura profundidad de su ser. Estremece escuchar “»Snake Song”, maravillarse con la complicada y dura belleza de las fascinantes versiones despojadas de “Pancho and Lefty” , “Snake Song” y/ o “Dream Spider”, solo vestidas de la voz y guitarra de Van Zandt . “All I Need” y “Sky Blue” son realmente los dos temas desconocidos. Pensar que tan solo tenia veintinueve años cuando grabo todo esto y que suene como si aquel individuo hubiese recorrido un lapso de vida aun mayor, aunque con esa edad el tejano había vivido el equivalente de tres vidas de dolorida existencia.
Aprovecho estas lineas para comentar que el autor de “Pancho and Lefty” ve como su biografía en castellano escrita por José Miguel Gala se ha lanzado recientemente bajo el titulo “Canciones tristes que no quieres escuchar. Vida y música de Townes van Zandt”, autoeditado con el apoyo de Elena Design Editores.
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