Anunciaban por todos lados, por cualquier canal, en cada esquina que volvía el mal tiempo, ¿frío?, lluvia si. Si en principio la noche del pasado sábado 25 no se presentaba del todo apetecible para bregar en sus calles, el hecho que de la portuense sala Milwaukee acogiese el concierto de dos interesantes bandas de la zona, hacía olvidar cualquier intento de quedarse en casa para disfrutar de una noche que prometía emociones en forma de vatios de potencia. Alrededor de 50 personas (no te fíes demasiado de mis cálculos que nunca se me han dado demasiado bien), se presentaban en la sala para asistir a un concierto anunciado a las 22.30 y que como suele ser costumbre, retraso su inicio bastante, lo que provocó que junto al cambio de hora, cuando sonó la última nota, el reloj marcaba ya una hora avanzada de la madrugada, pero no voy a empezar por el final, que me conozco y soy capaz de hacer como Aerosmith en sus mejores tiempos y dar la crónica por terminada sin haber contado nada.
Los primeros en aparecer sobre el escenario, fuero en power trío Astrovudú, nuevo proyecto del guitarrista Jose Carlos Sisto, al que acompañan Alvaro Guerrero (Bourbon) a la batería y Juan Manuel Bermudez (Uchi Q) al bajo, un potente combo de hard rock piscodélico que cuentan con la maestría de Sisto a las seis cuerdas y la pegada descomunal de Alvaro como principal baza, sin dejar desde luego fuera de juego a Bermudez y su bajo, fundamental también para el sonido del grupo, que basa su repertorio en anteriores proyectos del guitarrista. Sonaron compactados, a ratos furiosos, otros envueltos en la psicodelia creando ese estado de trance que si no tienes la capacidad suficiente para crearlo con destreza puede aburrir al personal, pero que no es el caso, porque estos tres tipos saben de sobra lo que traen entre manos. Un claro ejemplo es una canción como «Ángeles de Opio», con ese inicio en el que la guitarra de Sisto devanea creando una atmósfera absorbente para acabar rockeando con un estribillo que me he pegado cantando un par de días sin poder sacar de mi cabeza. Junto a canciones propias como «Astrovudú», «Vuelvo a tu mente» o «Círculos cen», acabaron metiéndonos en un vendaval de emociones gracias a tres fantásticos covers de May Blitz, The Stooges y MC5. Gustaron y se gustaron sobre el escenario, dejando las espadas en alto, y la sensación de que estos tipos atesoran un potencial brutal.
Setlist
Electroshock
De todo y nada y mientras
Astrovudú
Vuelvo a tu mente
Círculos zen
Ángeles de Opio
For mad men only (May Blitz)
TV Eye (The Stooges)
Looking at you (MC5)
Mater dronic
Después del rato de rigor para el cambio de instrumentos, subían al escenario Wishkah, banda que después del gran sabor de boca que ha dejado su ep «Monolith» tocaba comprobar en directo si eran capaces de defender su repertorio. La sobria puesta en escena que permite el escenario de la sala, pronto quedó invadido por los sonidos desérticos de la banda, que crearon un aura de contundencia a su alrededor atrayendo la atención de los asistentes hacia el escenario. Una magnífica ejecución, sin fisuras, creando ese muro sónico necesario. «Rogue trooper» fue la encargada de abrir la actuación, una apuesta arriesgada de llevar al directo pero con la que salieron victorioso, porque fueron capaces de atravesar esa travesía desde la calma a la fuerza. Momentos intensos con «Tarantula» y «Francotirador», que nos lleva a esa personal y gran versión de «All along the watchtower». Comienza a sonar una de mis canciones favoritas de la banda, «The ocean», en la que se deja notar ese opresor ambiente sludge sin dejar de lado las influencias del rock de los 90. Incluso hubo tiempo para que presentaran en directo una canción nueva llamada «Scapegoat», que nos dejó comprobar que el grupo sigue por el camino correcto con sus nuevas composiciones. Wishkah no solo tienen un gran futuro, es que ya son presente.
Setlist
Rogue Trooper
Tarantula
Francotirador
All along the watchtower
The Ocean
Dive
Scapegoat
Monolith
Gardenia
0 comentarios