Muchas veces el personal quiere ir por delante. Por delante de la lluvia, de la muerte e incluso de la misma vida, para no tropezar. Pero precisamente entonces, es cuando llegan los problemas y todo se invierte. El primero pasa a ser el último, la cara se viene culo, y es necesario aprender un nuevo idioma que nos clarifique, que nos ilumine y nos diga, qué coño está pasando con nuestras hasta ahora, controladas vidas.

Por esto, creo necesaria una nueva tanda de los centos de la música y la poesía que nos explique sin explicaciones, qué pasa y no pasa. Cómo son las cosas y por supuesto no cómo deberían ser.

 

Nos vamos yendo, nos vamos yendo. Con elefantiasis en las gónadas, pero aun así, nos vamos yendo.
A uno de los muchachos, aunque es viejo ya, le siguen gustando las mujeres.
Ve sus piernas en minifalda, en pantalones o envueltas en telas ligeras y observa, por separado, sus culos y sus muslos, pensativo, arrullado por sueños porno.

Pero atento al giro que da todo. No las desea en particular, lo desea todo. Son como una relación extática. No vayan a pensar que no hay sangre azul en la familia, como decía el poeta irónicamente.

Y seguidamente se me va el pensamiento a ventanas altas, y me acuerdo de otro para el que la fortaleza y el sufrimiento del ser joven, que no puede regresar, es para otros, intactos, en algún lugar.

Como ves, también nos entristecemos, todo no va a ser una fiesta, pero ¡vamos! ¡vamos!, nos sobran los motivos para cambiar esa actitud.
¿Qué hay detrás de la pared ahí fuera?
¿Llanuras, ríos, caballos?

Un caballo está desnudo, es la libertad indomable. Se deja domesticar, pero con unos simples movimientos de sacudida rebelde de cabeza, demuestra que su íntima naturaleza es siempre bravía y límpida y libre. Y pasa a través de la oscuridad, por el misterio de la naturaleza de los seres.

Si, ya lo sé. Hemos tenido que soportar demasiado, de los asuntos que a uno le cuestan demasiado y como resultado, morimos en el combate, pero los que lo hacemos no nacemos ni para el cielo ni para el infierno. Al fin y al cabo, vivimos bajo un arma cargada a la que no se le puede vencer, ni rodear, ni dejar atrás. Un arma como recuerdos fríos de emociones en descomposición.

Aunque si lo piensas detenidamente, ¿has sabido, con cada poro de la piel sabido, que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón, había que tirarlos, había que llorarlos, había que inventarlos otra vez?

 

Créditos

– Czeslaw Milosz: «Honesta descripción de mí mismo»
– Philip Larkin: «Pasos tristes»
– @verseando: «Espístola al personal de la intemperie»
– Juan Gelman: «Hechos»
– Clarice Lispector: «Seco estudio de caballos»
– New Order: «True Faith»
– Manowar: «Swords in the wind»
– Linkin Park: » The Catalyst»
– Julio Cortázar: » Para leer en forma interrogativa «
by: Angel

by: Angel

Melómano desde antes de nacer, me divierto traduciendo canciones y poesía. Me gusta escribir. Soy un eterno aprendiz y bebo de casi todos estilos musicales, pero con el buen rock alternativo me derrito.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

Te puede interesar

Merodeando la calle vacía

Merodeando la calle vacía

Tenemos delante una calle vacía. ¿Cuál es su color verdadero si nadie la mira? ¿De qué color es la vida si no vive el hombre? ¿Hemos mirado siempre hacia dentro? Estas precipitadas preguntas tienen la suficiente claridad y, también, la deliciosa oscuridad de la...

Merodeando al niño

Merodeando al niño

Vemos a un niño agachado, una postura sencilla, cuando tenemos esa edad. Una postura que algunos abandonan para siempre. Aunque lo bueno de esa posición, es que puedes encontrar cosas inesperadas, como un bancal de violetas amarillas, o un montón de insectos nacarados...

Meditaciones Africanas – Felwine Sarr | Editorial Filosafrica

Meditaciones Africanas – Felwine Sarr | Editorial Filosafrica

El título ya es de por sí transparente. Meditaciones Africanas es una ventana abierta a una cultura desconocida para muchos. Una ventana que nos muestra, nada más leer sus primeros párrafos, que estamos alejándonos despacio, de lo que son las verdaderas relaciones...

Merodeando a la anciana feliz

Merodeando a la anciana feliz

Lo primero que me llama la atención de esta anciana feliz es su estatura, que seguramente no tiene nada que ver con la pose agachada en la puerta de su humilde hogar. La anciana está feliz, que no es lo mismo que contenta. Al llegar a cierta edad se puede comprobar,...

Merodeando al hombre destruido

Merodeando al hombre destruido

Lo primero que llama la atención al ver esta imagen, es el sendero pedregoso que conduce hacia la mina del yo. Un lugar, en el que muchos comenzamos a trabajar más bien pronto. Todo despertar es interno, por eso este hombre se ve a sí mismo llegando a la luz del...