Una vez analizada la primera jornada de la 60ª edición de la Seminci, ahora toca centrarnos en las sensaciones que nos dejó la jornada de ayer domingo:
An (Una pastelería en Tokio) por Naomi Kawase (2014)
La directora de la película An, Naomi Kawase nos dejó su elegancia y sencillez en la gala, con la que se puede llegar a definir también en sus trabajos cinematográficos. Su noveno film, es una obra que así lo refleja. Un relato sencillo modesto y con una dirección clara a inculcar los valores humanos. La historia profundiza en la falta del contacto humano, del amor por lo que hacemos a diario, y que de alguna forma nos tiene totalmente esclavizados. Aquí es donde entra la figura del pastelero Sentaro, un hombre que lleva el lastre de un pasado; una deuda de por vida con un hombre para el que tiene que trabajar y ponerse a las ordenes también se su mujer. Una señora antipática que tendrá que soportar, una y mil veces. Un día pasa Tokue, una señora mayor que de una forma parecida sabe lo que es estar alejado de la sociedad, y que se ve prisionera en un mundo que no entiende, pero ella lo hará de una forma totalmente diferente; su visión será a través de una persona que padece el mal de la lepra. Como excusa para acercarse a Sentao, le enseñara su receta secreta de los Dorayakis, unos pasteles dulces de judías. A partir de aquí, el propio pastelero empezara a tener un sentimiento que nunca antes había tenido, el amor por los pasteles que él hace.
An es un film que estéticamente no te dice nada,; estoy seguro que saldrás de alguna forma con el mismo ritmo de vida con el que entraste antes de ver el film, pero es una película que rescata los valores humanos, un film que hace que te des cuenta de como el mundo se está automatizando del tal manera que, sin remisión, sin vuelta atrás, llegaremos a perder nuestra propia condición y con ella la pasión por saber hacer las cosas por nosotros mismos.
Naomi Kawase ha puesto otro ingrediente que no se puede ver en el film, pero se palpa en toda la película, el amor por rodar, el amor por enfrentarse ante una civilización que no ha comprendido, en una gran mayoría desgraciadamente, que la mujer tiene un papel muy importante dentro del mundo laboral. En realidad la película no cuenta nada que no se sepa, pero es una crítica tan dulce y tan bien elaborada que sin duda es una de las grandes recomendaciones, y buena muestra de ello es que todos los pases del festival para visionarla ya llevan días agotados.
Nota: 85.
Une histoire de Feu
Lo sabemos todos, y no es nada nuevo, el odio es un lastre que solo conlleva a seguir odiando. Hace perder por lo menos todo el valor bonito que puede dar una vida; qué aunque se antoje dura y en algunos momentos grises, es la vida por la que uno tiene que vivir, ese templo que uno tiene que construir. El director francés Robert Guédiguian, nos trae un nuevo film en el que trata de los enfrentamientos que tuvieron entre los turcos y los armenios. Esto a través de la visión de una familia humilde armenia, que se estableció hace años en Marsella, donde regenta una tienda de alimentos. Aram, el hijo mayor de la familia, emprenderá un viaje que le llevara a su propia destrucción, cuando decide alistarse a un grupo armado dejando a su familia. Todo esto provocara un atentado en la capital, y una serie de acontecimientos que irán dejando lo peor de las personas. Las cuales verán rotas sus vidas por decisiones totalmente equivocadas. Todo por querer emular a un héroe que asesino a uno de los peores genocidas que masacro a una gran parte de la población armenia.
La película impacta por su crueldad, con unas imágenes muy duras donde le irán enseñando a todos los protagonistas de la película una nueva lección diaria. A la abuela de Aram, que verá como pierde la cordura sin la protección de su nieto, un padre que se resigna a la pérdida de su hijo, ante la oposición de su mujer, la cual no quiere darlo por perdido en ningún momento. Y entre ellos, un civil que sobrevivió en el atentado que perpetraron contra la embajada de Turquia. Aquí es donde el director llega a jugar con una gran baza, como domina cada personaje y lo vuelve verosímil. Sobre todo a la hora de relatar el sufrimiento por el que sienten los que más lo expresan, pero los que se lo quieren quemar por dentro.
Nota: 90.
45 años por Andrew Haigh (2015)
¿Qué es lo peor que le puede para a un matrimonio que va a celebrar su 45 aniversario de casados? Kate y Geoff, son una pareja de ancianos jubilados, que viven un buen momento alejados en una casa de campo, hay que ver como esto me recuerda a Mr. Holmes. Justamente cuando van a celebrar su aniversario, aparecen noticias sobre una antigua novia de Geoff, fallecida hace muchos años mientras practicaban senderismo. Informándole que habían encontrado su cuerpo. Este suceso hará que Geoff cambie totalmente de actitud y de ánimo, alertando notablemente a su mujer, la cual empieza a saber cosas que nunca jamás la habría contado. A partir de aquí, aunque la relación sea siguiendo la misma, la búsqueda por la verdad de Kate, ira separando emocionalmente a la pareja, mostrando una imparcialidad por parte de ella, pero sin dejar de querer saber mucho más. Todo y cuando se va enterando de que ella, no es la mujer de la vida de su marido. Cosa que la pondrá muy triste, encontrando una cara, una realidad que nunca se habría podido imaginar. Pero que de alguna forma, es solo un mundo que irá formándose en su cabeza.
Charlotte Rampling esta impresionante como Kate, personaje que la ha otorgado el premio de Oso de plata en la edición del 2015. Su forma de controlar la propia ira de Kate ante los hallazgos, como tensa la calma sin perder la compostura de una dama inglesa. Hará unos momentos muy buenos dentro de su interpretación dentro del film. Película que mostrara una gran gama de exteriores, prados verdes acariciados por las lluvias, y una pareja que después de tantos años de convivencia, empezaran a entenderse otra vez de nuevo. Todo a base de testarudez por `parte de Kate, y un Geoff que se mostrara muy cerrado, muy metido en su vida pasada, la cual creía que había finiquitado, pero que de alguna manera, no se terminó por cerrar.
Nota: 75.
La decisión de Julia (2015) por Norberto López Amado
Rodada en blanco y negro, La decisión de Julia es una película que evoca a la vida con la perspectiva de la muerte. Es la historia de Julia, una mujer que arrastra consigo la historia de una noche en un hotel de Madrid desde hace 20 años, y que decide, con la ayuda de dos personas, acabar su vida con la toma de un fármaco. Aquí es donde volverá veinte años atrás para volver a recuperar por un momento los momentos que pasaría con Lander, un amor que lleva ocultando desde hace mucho tiempo, el cual se irá descubriendo así misma, y al mismo tiempo, analizara a su pareja, la cual lleva muchos años ya sin saber nada de él.
Norberto López Amado juega a la perfección con la cámara, creando una atmósferas muy logradas, las cuales dan una gran ambientación a una película que trata sobre todo, de la convivencia de una pareja dentro de la habitación de un hotel, y que salvo algún que otro paisaje exterior, bien podríamos estar ante una obra teatral en la que emociones, sentimientos, y recuerdos afloran para conseguir que esta La decisión de Julía se convierta en otro de los grandes momentos de la jornada.
Nota: 80.
Les cowboys (2015) por Thomas Bidegain
A François Damiens siempre le he llegado a colocar en las películas que van dirigidas a un público más apto hacia la comedia., pero aquí parece olvidarse de ese registro para y es su lado más dramático el que aparece ante nosostros para dar vida a un padre en busca de su hija, y si bien esa búsqueda, a priori, tiene todos los elementos para plasmar una historia de lucha y superación, pocos son los momentos en que consigue llegar con toda la crudeza y emoción que se le supone.
Nota: 60.
Ernie Biscuit (2015) por Adam Elliot
Para terminar quiero hacer mención del cortometraje realizado por el director Adam Elliot. Una historia recreada a base de plastilina donde un hombre se ve solitario, después del genocidio de los alemanes contra los judíos, y se va de viaje a Italia, para conocer Venecia. En un despiste, el vuelo que coge lo lleva a Australia, un sitio que no es tan bonito como Venecia, pero que ocultara allí el amor de su vida.
El cortometraje nos muestra como detrás de cualquier estereotipo, están las personas humanas, y como muchas al final no son lo que realmente aparentan. Por un lado me ha sorprendido el ver cómo está realizado con una cámara de blanco y negro, lo cual no aprovecha mucho el tirón que puede dar los personajes, dentro de una historia que se antoja un poco larga y lenta.
Nota: 45.
Y se acabó la jornada del domingo 25:
De este día me quedo con la sencillez de An, film que ha logrado agotar entradas en todas sus sesiones. Por otro lado, Une histoire de Feu huele a premio, dentro de una historia basada en hechos reales. Y un film como es La decisión de Julia que ha calado muy bien entre el público que ha asistido para verla.
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