18 Largometrajes, más 2 fuera de concurso, y 12 cortometrajes en la sección oficial, el film Deephan como invitado para la gala de inauguración, mientras que el nuevo trabajo de Isabel Coixet, Nadie quiere la noche, estaría dentro de la gala de clausura, los cuales estarían fuera de concurso; 14 largometrajes, 8 cortometrajes, más 7 que pertenecen a la noche del corto español, dentro de Punto de Encuentro; 12 largometrajes de Tiempo de historia, más 7 que estuvieron fuera de concurso. 11 documentales dentro de Doc. España; 12 largometrajes, más un corto en la sección de Spanish Cinema; 8 largometrajes dentro de la sección de Seminci Joven; 5 largometrajes en la Miniminci. 5 proyecciones especiales; 5 largometrajes en la sección Castilla y León en largo; 6 cortometrajes y 5 fuera de concurso en la sección Castilla y León en corto; 15 largometrajes y 5 documentales en Objetivo: Finlandia, país invitado para la edición del Festival; 16 largometrajes dentro de la sección de Seminci, Femenino singular; 12 largometrajes en la sección Inéditos. Talentos del siglo XXI; el ciclo de Coppola y alrededores donde se llegaron a proyectar 5 películas de uno de los más grandes del cine moderno, un día antes de empezar a marchar su sesenta edición.
Qué no se me olviden los ciclos de Cine & vino, donde se proyectaron 4 largometrajes; la escuela superior de cinema tendría 7 cortometrajes en concurso; y, por último, ECAM celebra su 20 cumpleaños con 8 cortometrajes. Dentro de los escenarios donde estarían el teatro Calderón, Teatro Zorrilla, Cines Broadway, Teatro Carrión, o la sala LAVA, albergarían los espectáculos que se mostrarían dentro de la edición que ha roto barreras en lo que se refiere a público. 80.000 espectadores, una cifra que, sin duda, da motivos para que Valladolid siga teniendo un festival de cine de calidad durante muchos años más.
Durante una semana la capital se ha convertido en una fiesta cinéfila donde se les entregaría las Espigas de honor a la actriz Juliette Binoche, al ex director de la Seminci, Fernando Lara, al director Fernando Trueba dando una Master class, al fotógrafo Juan Mariné, y al actor Juan Diego. Sin olvidarme del equipo del jurado que, encabezado por Goran Paskaljevic, puso el nombre de los agraciados que levantaron en muestra de triunfo sus codiciados galardones.
Una semana intensa, en la que sección oficial y el punto de encuentro estuvieron muy reñidos dentro de las candidatas para llevarse las apreciadas espigas. Como dato personal, ya me hubiera gustado estar en todas las proyecciones. Físicamente sería algo imposible, así que este año me centré en ver la sección oficial y la de Punto de encuentro. Secciones que tuvieron de todo y para todos los gustos, donde los temas irían unidos por la temática con los cortometrajes del día, y en las que me he llevado más de una sorpresa con cintas como An (una pastelería en Tokio), con la que su directora, Naomi Kawase, se llevaría el premio a la mejor directora del festival, o con Less Cowboys, en la que destaca la presencia de un actor francés, François Damiens, que está más amoldado a hacer comedias, y que en esta ocasión se pone el traje de un padre coraje. O el largometraje de Norberto López Amado, La decisión de Julia, el cual explora la decadencia de las personas a través de una mujer que no quiere vivir y que pasará por un gran tormento el día que decide quitarse la vida en ayuda de dos personas desconocidas en la habitación de un hotel en Madrid.
Una gran película como Nahid, la cual describiría a la mujer en Irán, y como las exponen como objetos o unas personas secundarias dentro de un sistema totalmente machista. El film Dégradé, su visión de Gaza a través de una peluquería. La ganadora del festival, llevándose la espiga de oro, la islandesa Hrútar, sorprendió por su elección pero, al mismo tiempo, lo tiene muy bien merecido. Deepah Mehta, la directora que se mete de lleno dentro del cine de acción americano, fusionándolo con la cultura del cine hindú.
Je sus le Peuple se llevaría el segundo premio con Tiempo de historia con una cinta que trajo a las grandes pantallas una visión más cercana, en lo que se refiere a las zonas rurales, de la revolución egipcia de 2011. Mientras, el drama de la segunda guerra mundial volvería de la mano del director Oliver Hirschbiegel, con un biopic basado en Georg Elser, un carpintero que quiso asesinar a Hitler cuando estaba dando su discurso en una cervecería el 8 de noviembre de 1939. El film es uno de los que más me han llegado a gustar en lo que se refiere a la segunda guerra mundial en muchos años junto con El pianista, de Roman Polanski. Sin quererme olvidar de la cinta del inglés Jake Gavin, el drama de Hector, un film en el que relata la vida de las personas sin hogar, y que creo que mereció estar entre las películas ganadoras del certamen. Terminando con la proyección del film de Isabel Coixet.
Dentro de los galardones, me pareció muy correcta la elección del ganador de la Espiga de Oro, Hrútar, un film que trata sobre la unión de la familia, en donde dos hermanos, pese a todas sus diferencias y su extrema competencia entre los dos, a la hora de la verdad son una familia, y eso a la hora de la verdad es lo que más peso tiene. No vi muy lógico la elección de Mustang, como ganador absoluto del festival con cinco premios. Su cuento de como una hermanas adolescentes se libran del yugo de las tradiciones, que oprimen el papel de la mujer dentro de su sociedad, es poco o nada creíble. Me quedo con la elegancia de la actriz Juliette Binoche, que no se perdió la gala de clausura para venir a recoger el premio de honor, con el que se cerraba una edición que me ha parecido muy digna.
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