Acabáis de publicar vuestro tercer disco, “Gas”, y lo habéis presentado con un concierto en el Kafe Antzokia de Bilbao, que por todas las crónicas que hemos leído debió ser memorable. ¿Qué nos podéis contar de aquella noche?
Un paso adelante importantísimo era hacer un concierto en sala con entrada y medir la fuerza de lo que hemos hecho junto con el público de casa hasta ahora. La respuesta ha sido asombrosa y la fiesta fue insuperablemente divertida. De lo mejor que nos ha pasado en estos cuatro años.
En canciones del nuevo disco como “Guardian” o “Say My Name”, hay estribillos propicios para que el público las cante en los conciertos. De hecho, esta última, salvando las distancias, la podían haber grabado los Blues Brothers. ¿Os ha salido de forma natural o es que estáis buscando una mayor participación del público en los directos?
El público interactúa mucho en los conciertos y aunque las canciones están pensadas por y para el directo ese tipo de cosas salen solas. Eso sí: siempre buscamos la participación del público. Todo lo que hacemos lo hacemos pensando en que habrá alguien delante deseando pasarlo en grande, así que es normal que la música invite a liarse un poco…
“Gas” contiene canciones tan distintas entre sí como “Boogie”, “Tales” o “Rose Tree”. ¿Buscáis la variedad para seguir evolucionando como músicos?
Buscamos acercar lo que nos gusta a la gente de la forma más entretenida posible. Dentro del rock creemos que son estilos muy relacionados entre sí, música con fuerza y alma, elaborada, pero sin llegar a cansar. Es exigente y cuesta un poco más que ceñirse a un guión, pero ni siquiera creo que nos divirtiéramos tanto –público ni banda- haciendo sólo blues, o swing, o hard-rock. Es impagable tener espacio para estas licencias.
Más allá de influencias globales, nos gustaría saber en quién os habéis fijado cada uno a nivel de vuestro instrumento; es decir, guitarristas favoritos de William, bajistas favoritos de Txemi y baterías favoritos de Koki.
Una pregunta muy acertada: algo característico de esta banda es que ninguno de los tres tiene marcada influencia de un músico concreto, aunque tengamos tan marcada influencia de toda la música salida desde y a partir del blues. De todas formas a todos nos gustan las bandas que suenan a banda y tomamos buenas ideas de cualquiera que las tenga. Somos muy abiertos en ese sentido. Trabajamos pensando en canciones.
Aun teniendo ciertos puntos en común con algunos grupos de la escena musical de Bizkaia, lo que hacéis es bastante diferente a lo que hace el resto. ¿Creéis que el tener un estilo distinto a los demás os ha ayudado a destacar?
Sí, parece claro que ser distinto te pone en otro plano, y aunque no hemos buscado este resultado concreto es muy cierto que nuestro estilo es, al menos, diferente al de las bandas que nos rodean.
Sois de la vieja escuela: vuestra forma de daros a conocer es tocar dónde sea y cuándo sea, cuánto más, mejor. ¿Notáis el resultado? ¿Alguna provincia o comunidad en particular os ha sorprendido para bien?
Sí, intentamos ir a todos los sitios de donde nos llaman y buscamos tocar todo lo que podemos, se nota el efecto. Creemos que hay que tocar más y enseñar a la gente lo que haces: no van a ir a buscarte por muy bueno que seas, es lo que creemos.
Publicitarse poco a poco, ponerte delante de la gente, romper el hielo, que te vean montar, tocar, divertirte, compartir las vicisitudes del directo, que canten contigo y luego te vayan a hablar… es una forma de relación que marca y une mucho. Compartes un rato de ocio con la gente, que necesita disfrutar de su tiempo libre y valora mucho el esfuerzo cuando lo ve.
Probablemente nuestra mayor sorpresa para bien fue Barcelona, pero la gente reacciona muy similarmente en casi cualquier sitio y estamos teniendo muy buen resultado en ese sentido.
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