Las ruedas de prensa de Adolfo Cabrales tienen como denominador común la asistencia masiva de los medios de comunicación; “Fito” y sus incondicionales Fitipaldis siempre generan mucha expectación. Es por eso que para presentar la última entrega discográfica del grupo, bautizada con el nombre de Huyendo de mí conmigo – “este es un disco importante porque lo he grabado con mis amigos” -, el bilbaíno nos citó en la madrileña sala El Sol.
A las seis y cuarto de la tarde, una hora antes de que “Fito” nos deleitara con su cercanía contestando nuestras preguntas, tuvimos la exclusividad de escuchar el disco que, en mi opinión, es un buen disco que gustará a los fans (y no tan fans) del artista. Sí, es más de lo mismo. Aunque en el negocio musical hay una premisa que hay que cumplir a rajatabla: cuando algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Grabado en los Estudios Uno de Colmenar Viejo por Joe Blaney y Jordi Cristau, las rimas que acarician de rutina – “no encontrar el equilibrio y agarrarse, lo contrario de vivir es no arriesgarse” -, y de poesía callejera – “dicen que estoy perdiendo el tiempo en vivir deprisa, mi vida pasa como el viento pero jamás sentí la brisa” -, amén de las melodías arrebatadoras y de la música, abrazada más que nunca al rocanrol, dejan muy buen sabor de oído en la primera escucha; y en la segunda, y en la tercera,… Diez canciones muy cuidadas, elegidas para brillar, arregladas y vestidas de domingo; entre ellas destaca la preciosidad titulada Nos ocupamos del mar, firmada por los hermanos Krahe, Jorge y Javier, y que recoge el testigo de la poética más musical de los años ochenta vertida en La Mandrágora – “es la joya de este disco. Contiene la letra más sensata que he escuchado en mi vida” -.
La rueda de prensa nos supo a reencuentro, a nostálgica espera del hijo pródigo, a magia. En ella, además de anécdotas y curiosidades que despertaron tanto nuestras risas como nuestra admiración, el artista nos desveló que “descubrí el rocanrol americano y me enganché a Elvis, a Little Richards… Pero cuando escuché a Leño, y a Barricada, se me cambió la cabeza. Me dí cuenta de que lo más apasionante era escribir letras” -, que le encanta que otros artistas consagrados como Rosana, M-Clan o Rosendo le inviten a sus conciertos porque, además de la música, les une la amistad. – “Recuerdo que con quince años conocí a un tipo que conocía a un tío que conocía a Rosendo. Y eso era la polla. Estuve toda la noche con él” -, que evita juntar “la política y la música ya que cuando las juntas siempre sale perdiendo la música” -, o que la gente que en esta gira acuda a sus conciertos “se encontrará, en el aspecto musical, con siete nuevas canciones que son las del nuevo disco. Serán conciertos muy dinámicos, temas con más energía para que nadie se quede ‘parao’. Le hemos dado mucha importancia al escenario. Hablamos con Luis Prado para que se encargara de ello y sus propuestas nos han ilusionado a todos… El precio de las entradas oscilará los 27 euros más gastos” -.
Un servidor le preguntó por su éxito mediático, a lo que “Fito” contestó: “No sé a qué se debe. No lo entiendo, como tampoco entiendo por qué me gusta Rosendo. Y si no sé por qué me gusta la música que escucho, ¿cómo puedo explicar por qué gusto a los demás? Compongo lo que puedo. La gente del rocanrol valora el trabajo de las personas”. Y cuando mi curiosidad me obligó a preguntarle si le arropaba más el corazón haber tocado en una banda “de culto” (Platero y tú) o tocar en un grupo mediático, el artista se sinceró contestándome que “lo que me arropa es la música que hago ahora. Nadie toca en una banda de culto en el momento; las bandas de culto son siempre después. Cuando tocaba con Platero y tú nadie sentía que fuéramos una banda de culto”.
AMADO STORNI
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