Fiel a la cita anual en las última horas Promusicae ha publicado el informe sobre las ventas de discos correspondiente al pasado año 2013. Un informe que, tal como señala el título del mismo, «la venta de música baja en España por duodécimo año consecutivo, ahora en un 15%», por lo que sigue la tónica iniciada ya hace más de una década, y a la que no se vislumbra en un futuro cercano ningún tipo de solución.
El informe de Promusicae no deja lugar a interpretaciones ya que las cifras hablan por si solas:
La venta de música grabada descendió en España por duodécimo año consecutivo en 2013 y esta histórica mala racha no parece tocar suelo, según los datos que acaba de recopilar Promusicae al cierre del ejercicio. Los españoles se gastaron 119,8 millones de euros en comprar música durante los últimos doce meses, una cifra que equivale a un recorte del 15,1 por ciento si la comparamos con la de 2012, cuando se estableció en 141 millones. El descalabro se prolonga en el sector desde el comienzo del nuevo siglo, justo después de que 2001 se cerrara con la cifra récord de 626 millones. En estos doce años, en consecuencia, la contracción que ha experimentado la industria discográfica española supera ya el 80 por ciento.
Unos resultados que dejan claro que el 2013 ha sido peor en todos los sentidos que el 2012, y si en aquel momento la caída fue de un 5%, en el último año la cifra se ha multiplicado por tres, pero si hasta el momento, ya todo indicaba que la trayectoria del mercado física iba a ser la que ha sido, tal como se puede leer en el informe, la sorpresa ha sido el estancamiento del mercado digital que hasta el momento era el único que mostraba una cifra de crecimiento, y en el que solo se observa crecimiento en lo que a los servicios de streaming por suscripciones se refiere:
Los servicios de streaming por suscripciones (escuchar música online sin necesidad de descarga), como Spotify, Deezer o Napster, continúan afianzándose y ya suponen un desembolso anual de 20,3 millones, un 9,4 por ciento más que las cifras de 2012. Por el contrario, todas las demás modalidades de negocio digital se desinflan: las descargas de álbumes o canciones (a través de iTunes, por ejemplo) disminuyen un 9,5 por ciento, los tonos y demás productos para móviles transitan ya por franjas casi residuales (17,8 por ciento de caída) y hasta el streaming financiado por publicidad (las modalidades gratuitas de servicios como Spotify, Deezer, YouTube o VEVO) se encoge casi 4 puntos porcentuales.
El completo estudio sigue con todo tipo de cifras y estadísticas que no hacen más que señalar que algo ha de cambiar en este negocio o pronto dejará de serlo, y una de las cosas que, tal como se pide desde todos los ámbitos, debe cambiar, es el IVA cultural, aunque está por ver que quienes lo subieron serán capaces de dar un paso y rebajarlo. Eso sí, el incremento del IVA, cuya rebaja bien ayudaría, tampoco es el único causante de todos los males, y bien harían los diferentes productores de música en este país en ir más allá y analizar donde pueden residir realmente los problemas reales. Análisis que van pasando los años y siguen sin ser capaces de realizar.
El informe completo lo podemos consultar en este enlace.
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