Me gustaría comenzar con una palabra que resumiría lo que vino a ser el concierto de Exodus en Barcelona… Apoteósico!
Comencemos la casa por abajo, y no por el tejado. Los encargados de abrir eran Aggression, grupo con una gran trayectoria que tras su concierto junto a Sodom en Galicia, venían súper motivados a hacer lo que mas les gusta, que es caldear el ambiente y liarla como dios manda.
Antes de la apertura de la sala, debo decir que no esperaba ni mucho menos que se hubiesen vendido tantas entradas como sucedió, esperaba un concierto de los que ahora están de moda, con menos de 80 personas que sea como sea, se lo acaban pasando bien. A todo esto, antes de partir camino a Barcelona, pude ver que el concierto se cambió de la sala Razzmatazz 3 a la sala Razzmatazz 2 por el aforo elevado que se esperaba, y fue una de las mejores noticias de la tarde. Una vez abiertas las puertas de Razzmatazz, la gente ya estaba bloqueando la entrada en el puesto de merchandising, donde se vendieron muchísimas camisetas de Exodus que sorprendentemente estaban a un precio muy asequible. En el ambiente se podía oler una noche de esas que hay muy pocas en todo el año, una noche de conciertazo, una noche donde un grupo como Exodus estaba dispuesto a liarla y reventar Barcelona.
Como decimos, Aggression comenzó fuerte su show dentro de una sala que poco a poco se iba llenando hasta acoger una gran entrada. Estos, sin bajista disponible, se encargaron de calentar a la sala y prepararla para Exodus, como en uno de sus mejores temas que da nombre a su primer álbum, como es Moshpirit, decía el cantante Pol, que teníamos que estar preparados para lo que se nos avecinaba.
Sonaron temas como Thrash and Kill, Viocracy o False Flag entre otros, que hicieron de la aparición de Aggression un gran inicio de la noche, y esto, proporcionó unas buenas sensaciones de cara al futuro de la banda, que durante un tiempo se encontró inactiva por motivos personales y por substituciones de miembros dentro de la banda y ahora parece que han vuelto para dar guerra.
Finalizado el show de Aggression, saltaron a la escena Exodus, con su única fecha en una sala en nuestro país durante este año. Una vez terminada la intro, saltaron a la escena los integrantes del grupo (sin Gary Holt que finalmente no viajó y fue con Slayer), y la gente comenzó a enloquecer. Abrieron el show con el tema The ballad of Leonard and Charles, de su nuevo disco, donde comenzaríamos a ver el primer mosh de la noche nada más escuchar los primeros acordes.
Continuaron con Beyond de Pale para saltar a uno de sus clásicos, como es Piranha, donde por fin se pudo ver un mosh con gran parte de la gente de la sala, un clásico que nunca falla. Resaltar la actitud de toda la banda hacia los asistentes, ya que siempre agradecieron en todo momento la presencia del público y su objetivo era mostrarnos de que están hechos. Children of a worthless god era el siguiente tema, en el que un Rob Dukes incansable se movía de un lado a otro del escenario animando a la gente para liarla, y así fue tema tras tema, ya que este tío es un gran frontman sin duda, y con la presencia que tiene, cualquiera no le hace caso! El show continuó con un nivel muy alto en el que se escucharon temas como Iconoclasm, Last act of Defiance, Scar Spangled Banner, incluyendo temazos míticos como Blacklist o Fabulous Disaster.
Acabados estos temas, se avecinaba un final épico por decirlo de alguna forma, ya que la banda había expuesto temazos hasta el momento, pero todos sabíamos que lo mejor aún estaba por ver. Rob con voces, y Tom con el bombo, comenzarían el ritmo que se ve en muchos campos de futbol en España, y también se está habituando a cantar en los conciertos, como es el típico oe oe, en el que la banda se atrevió a participar en el grito de las personas con un par de punteos para comenzar la tralla final, en la que de golpe pararían de tocar y seguirnos con nuestro canto, para comenzar con A Lesson in Violence, en la que, una vez mas, se volvería a liar en el público con un gran moshpit.
Sin frenar, otra vez directos a la tralla con War is my Shepherd, donde una vez finalizada, el vocalista Rob dedicaría unas palabras al difunto Jeff Hanneman para levantar así los aplausos de la gente, y dedicarle una de las canciones mas esperadas de la noche, Bonded By Blood. El show estaba a punto de finalizar, y los asistentes eran conscientes de ello, y continuaron más y más sin parar, a la escucha de otro tema mítico de la banda, como es Toxic Waltz, donde al acabar, llegaría la última canción, Strike of the Beast, donde como es habitual en el directo de Exodus en esta canción, se formaría un wall of death donde prácticamente toda la sala se unió, para acabar de poner la guinda a uno de los mejores conciertos del año en mi humilde opinión.
Destacar también que una vez finalizado el concierto, la banda salió a la calle a firmar y a hacerse fotos con los fans que se encontraban en la puerta, agradeciéndoles una vez mas su presencia en el concierto.
Una ejecución perfecta por parte de la banda, una actitud inmejorable, un gran público… No hay nada más que decir! Es apreciable que Exodus, a pesar de sus cambios de formación, y de los diferentes motivos que se puedan dar, siguen teniendo esa entrega y ese gran directo, y por ello, continúan moviendo masas allí donde van.
Reportaje fotográfico en GKGRock
Xavi Gutiérrez @xavigd4
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