Shooting Dice With God, cuarto disco de los italianos BELLADONNA, saldrá a la venta el próximo 18 de este mismo mes y ahora, una vez escuchado en su totalidad el disco, y a modo de resumen, comentar que Italia puede estar tranquila, al menos en lo que a grupos de rock se refiere ya que BELLADONNA, y sobre todo, sin dejar de lado al resto del grupo, Luana Caraffa se encuentra en un estado de forma brutal.
Sí, no hay duda de que BELLADONNA debe mucho a Caraffa y eso ya lo podemos comprobar a los pocos segundos de que All Is Vanity se encargue de abrir el disco donde, a lo largo de los cuatro minutos que dura la canción, todo lo que BELLADONNA aglutina en su seno hace su aparición y ya deja bien claro que resulta bastante difícil colocarles una sola etiqueta que los defina, y si bien parece que a ellos les gusta refugiarse bajo el mando del «Rock Noir», y para ello recurren al trabajo de Dani Macchi a la guitarra junto con la base rítmica formada por Tam Scacciati al bajo y Mattia Mari a la batería, tanto Caraffa como Valentina de Iullis al piano, presente en todo momento en Karma Warrior, se encargan de que el grupo continuamente esté entrando en sendas laberínticas en las que la luz y la calidez consiguen abrirse paso entre ese mundo en que en un principio parece que la oscuridad tiene su reinado.
Abduction y If I Was God son esos momentos tranquilos, casi melancólicos en los que, sobre todo en el segundo el piano de Valentina, con la presencia siempre impecable y cautivadora de Caraffa, como si de un cuadro se tratase nos pintan un lienzo en los que predonominan esos tonos que cuando los contemplamos nos incitan a cerrar los ojos e imaginar un mundo más sosegado.
Pero poco dura la paz y tranquilidad ya que en Ishtar Blues, uno de los grandes momentos del disco, Mattia, autentico protagonista de principio a fin de la canción, acompañado del constante desgarrador riff de Macchi, se encarga de que todo estalle en mil pedazos en un festival en el que el grupo cabalga a todo gas.
Antes se ha mencionado que puede resultar difícil encasillar a BELLADONNA y que el registro vocal de Caraffa tiene mucho que ver en ello, y ahora, en este Wonderfust es cuando sale la vena más dramática de ella que a través de la senda que suavemente marca el piano nos regala otro de esos momentos que hace especial este Shooting Dice With God.
Con In My Demons’ Name nos adentramos en el tramo final del disco donde de nuevo Machhi acompañado de Scacciati y Mattia, toma el relevo para volver a endurecer este último tramo de este cuarto trabajo del grupo, no sin antes sumergirse en unos parajes donde realidad deja paso a laberintos oníricos en los que bien podríamos encontrarnos ante una escena en la que tras las cortinas rojas nos espera Michael J.Anderson sentando en su silla para, de la mano de David Lynch, hacernos entrar en otra dimensión. Si, este Aura Blues el grupo y sobre todo Luana Caraffa no hay duda que tendría la aprobación del genio de Missoula, y como el que aquí escribe es un declarado seguidor de él, no hay duda de que con este Aura Blues volvemos a estar ante uno de los grandes momentos del disco.
Y al viaje ya solo le quedan tres paradas antes de su finalización en las que, si bien nada nuevo nos espera y el grupo volverá a mostrarnos que se encuentra a gusto cuando toca transitar por las sendas dramáticas como antes había pasado en Wonderfust, no hay duda de que con Set My Controls To Overdrive, tema encargado de finiquitar el disco, el grupo quiere dejar bien claro que le gusta el Rock.
Una buena manera de dar por finalizado un disco de un grupo que en su momento Rolling Stone dijo de ellos: «They’ve created a mysterious, romantic, erotic world», y posiblemente no se equivocaban, aunque algún que otro adjetivo mas se podría sumar a tal descripción.
Nota: 8
BELLADONNA
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