40 años ni más ni menos separan este Voyage del anterior lanzamiento del grupo sueco. ¿40 años de silencio? Pues no. Para bien o para mal (elija cada uno la opción que le venga en gana), lo cierto es que ABBA nunca se fueron. Siempre han estado presentes en la cultura popular. Ya fuera en recopilatorios, anuncios, homenajes, parodias, musicales o películas… ABBA han estado muy presentes durante estos 40 años. Casi tanto como mientras estuvieron en activo. Han sonado tanto que es uno de esos grupos que, por muy buenas canciones que facturaran, uno acaba odiando debido a una desmesurada exposición mediática. Sí, estoy pensando en Queen, otro grupo del que hace tiempo que me harté de tanto verlo y oírlo por todos lados.
Ahora se publica este Voyage. Otro artefacto comercial dentro de la empresa que es ABBA. Olvidaros, ABBA hace décadas que ya no es un grupo musical. Es una empresa y su música es un producto. Después de vender todo lo vendible, tocaba sacar un disco nuevo (lanzado cerca de Navidad, of course) y una gira virtual (que los miembros del grupo ya no están para muchos trotes). Y en esas estamos. Este Voyage es un disco que suena a ABBA por los cuatro costados. 100% ABBA. Como si los últimos 40 años no hubieran existido. Tanto el sonido como las composiciones se han quedado en 1981. No ha habido ninguna evolución. Nada de autotune, reggaetón ni duetos con Rosalía. Supongo que es lo que los fans querían. De todas maneras, si la fórmula es perfecta… para qué vas a cambiarla (y ahora estoy pensando en AC/DC).
Allá por 2018 se anunció la idea de una gira virtual de ABBA. Esto es un negocio, amigos, da igual que el artista fallezca o no pueda salir de gira. El show debe continuar, con o sin el artista. Lo que está claro es que la música de ABBA trasciende a sus creadores y a sus limitaciones como personas mortales. Björn Ulvaeus y Benny Andersson escribieron dos canciones, “I Still Have Faith In You” y “Don’t Shut Me Down”, para su posible inclusión en la gira de los ABBAtar. Consultadas las cantantes Agnetha Fältskog y Anni-Frid Lyngstad ambas se mostraron entusiasmadas con la idea de grabarlas y poner nuevamente sus voces juntas. No olvidemos que ABBA se terminó cuando las parejas sentimentales se rompieron, parece que 40 años (y un buen cheque) han sido suficientes para limar los resentimientos.
Realmente este Voyage más parece un disco de descartes de su época dorada que un disco nuevo. La música de ABBA no se ha movido un ápice. Supongo que gustará a los fans de ABBA e irritará a los que les pillamos tirria cuando nos jodieron la infancia con canciones tan pastelonas como Chiquitita o Fernando. Pero cuando uno empieza a escuchar Voyage se da cuenta que esa magia pop de ABBA sigue ahí. Es evidente que las voces de Agnetha y Anni-Frid suenan más graves (los años no pasan en balde) y han perdido energía pero se siguen fusionando de manera magistral. Ulvaeus y Andersson han facturado un buen puñado de buenas canciones pop, lo que siempre es de agradecer, pero el resultado no está a la altura de sus clásicos.
No olvidemos que ABBA fue (o es) un grupo de singles más que de LPs. Voyage no contiene hits dance tan redondos como los de antaño ni baladas tan míticas, cierto, pero tampoco suena a pastiche ni provoca vergüenza ajena. Son unos ABBA setentones, más melancólicos que eufóricos en la pista de baile, pero sus canciones mantienen esa pegada pop que ya quisieran muchos.
I still have faith in you me gusta, lo reconozco. Volverme a encontrar con ABBA, esas voces y ese piano a estas alturas me agradó más de lo que esperaba. ABBA han vuelto para reclamar su trono y demostrar que nadie les ha superado en todo este tiempo. Lo mismo puedo decir del folk saltarín de When you dance with me. La cosa se tuerce con ese forzado villancico que es Little things o hay que regalarle en navidad el disco de ABBA al abuelo. Creo que este tema aparece demasiado pronto en el LP, yo lo hubiera dejado como un bonus track navideño. Sigamos con las canciones, Just a Notion usa voces originales grabadas en 1978 aunque toda la instrumentación es nueva y lo cierto es que, a parte de las voces, no se nota diferencia con los temas nuevos. Don’t shut me down nos retrotrae a los mejores ABBA, los de Dancing Queen, con una buena melodía tan pegajosa como siempre. Un pequeño clásico que hará las delicias de sus fans. I Can Be That Woman es una baladita country que evidencia cómo otros grupos suecos (como Roxette) han bebido de ABBA y de lo que menos de gusta de Voyage. La cosa mejora con Keep An Eye On Dan, de lo mejor del disco, un buen tema dance cuyo piano recuerda al de S.O.S. Con Bumblebee, vuelve el rollito folkie en otra baladita que empieza recordando a Fernando para ser el típico pastel de ABBA con una letra tan bien intencionada como simplona.
No Doubt About It es otro buen tema pop, no tiene la pegada de sus mejores clásicos pero no desentonaría en cualquiera de sus trabajos anteriores. Para acabar, id buscando la insulina, que viene atracón de nata, tenemos toda una declaración de intenciones: Ode To Freedom, una despedida en toda regla casi a lo Verdi. Podrían haber invitado a colaborar con ellos en este tema a Nana Mouskuori y no hubiera quedado más pedante. Es un final bonito y algo ñoño, otra seña de identidad ABBA.
Lo dicho, Voyage es simplemente eso, el nuevo trabajo de ABBA. Para lo bueno y para lo malo.
Totalmente de acuerdo con la crítica y con Voyage, que me GUSTA.