La manía o caradura, según como se mire, de los discos tributos a un disco, es decir hacer versiones de canciones ya de por si perfectas, intentar darles un lavado de cara consiguiendo reunir una buena brocheta de cantantes susceptibles de interesar al fan absoluto que compra todo que se acerca a su banda favorita, ya sea un diamante o una mierda pinchada en un palo, puede ser un ejercicio interesante algunas veces, mientras que en otras es algo que nunca debería haber visto la luz.
Ahora ve la luz “I’ll Be Your Mirror” el tributo a la Velvet, con un elenco de artistas mas bien contemporáneos que a priori la idea parece sabrosa. Michael Stipe ,al que se le echa mucho de menos, es el encargado de abrir las hostilidades con una versión de “Sunday Morning” que no pasa de lo puramente anecdótico y nos recuerda lo genial que seria que sacara un disco en solitario con composiciones propias. Le sigue Matt Berninger con su lectura insulsa de “Waiting For My Man” que nos recuerda que es imposible hacerlo mejor que la Velvet Underground. “Femme Fatale “ por Sharon Van Etten debería estar patrocinada por Valium o Lexatin de lo soporífica que es. Llegamos al turno de Andrew Bird que salva los muebles con una re-lectura de “Venus in Furs” interesante y con mucha más calidad de lo escuchado hasta ahora. Kurt Vile sigue al mismo nivel con “Run Run Run”, StVicent junto a Thomas Bartlett hacen suya “All tomorrow Parties”. Recordando a lo que hubiese hecho Laurie Anderson si se lo hubiesen pedido. Thurston Moore se saca de la chistera la mejor versión del disco con su visión de “Heroin” interpretada junto a Bobby Gillepsie, encontrando ese justo equilibrio entre la terquedad sonora y lo que quiere transmitir una composición de ese calibre. “Theres She Comes” por King Princes es francamente de relleno con un intento de imitar a Matthew Sweet, Courtney Barnett consigue remonta algo con una versión depurada de “I’ll Be your Mirror” pero sin alma.
Fontaines DC, grupo irlandés de post-punk, impregna un acento muy British a «The Black Angel’s Death Song» a un tema ya difícil en su versión original que aquí no cuaja para nada. El veterano Iggy junto Matt Sweeny hace de “European Song” un tema de Iggy con un poco de Sonic Youth. Nada que añadir… Otra versión algo taladro y puramente anecdótica, casi ocho minutos de poca inventiva para cerrar un disco que no aporta nada, salvo que corras a rescatar el original de tus estanterías.
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