Es curioso cómo una canción, su sonido, puede llevarte a ese pasado feliz. A esos momentos en los que no era necesario trabajarse, ni trabajar la vida. Todo fluía sin esfuerzo, naturalmente, de manera fresca como las mañanas de verano. Esa época en la que no era necesario frustrarse para seguir creciendo.
Granada, es la última canción publicada del prolífico músico que es John Serrano. Una melodía en la que se crea una fusión de flamenco, jazz y folk. Algo que no está al alcance de cualquiera.
John es complejo, pero nos lo pone todo muy fácil para que entendamos cómo es este asunto de la música. Cómo se pueden plasmar unos verdaderos sentimientos, que, a caballo de la música, se dirigen solos hacia la eternidad.
También hay que destacar la catártica letra que sirve de ceremonia de clausura de una época. Una etapa nueva para el corazón herido. Más bien la siguiente etapa para ese corazón que afortunadamente, no deja de latir a pesar de los pesares.
El camino del amor es hacia delante. Podemos mirar atrás para comprender, pero nuestro amor necesita dosis de presente para poder perpetuarse en un futuro no lejano. El amor es una decisión, que como todas, nos impulsa hacia delante. Se ama hoy, ahora. Entonces, dadle al play.
Granada
desde la última vez que pensé
en ese lugar y en ti.
Me siento fatal,
esta ciudad no fue nunca mi hogar.
recorriendo las calles
que conducían a tu casa…
cuando me marché para nunca mirar atrás
y así convencerme a mí mismo
de que no necesito nada de ti,
que sólo interpreté mi hechizado papel.
me pasó lo mismo,
no hay conclusión ni redención,
sólo sabotaje.
nadie más que tú me pidió quedarme.
cuando me marchaba
sin mirar atrás
y así convencerme a mí mismo
de que no te necesito para nada.
Vuelvo a recorrer esas calles,
hace ya mucho,
aunque valió la pena vivir
sólo por ti.
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