Homenaje a JOHN TRUDELL

Valga este pequeño homenaje a este gran músico tan desconocido, que ayer, día 8 de diciembre, falleció. Un poeta de causas perdidas como se dice, que lucho por los derechos de su pueblo. Este piel roja fue elegido en 1973 presidente de la American Indian Movement, para los derechos civiles de los indios americanos en su país de Origen. John Trudell fue un artista marcado por las desgracias tanto a nivel personal como artístico.

A partir de 1979 empieza a dedicarse a la poesía; este hecho sucede a raíz de la pérdida de su mujer y sus dos hijos en el incendio que destruyó su hogar, lo curioso es que Trudell unas horas antes había estado en un congregación publica donde había quemado una bandera americana frente al público. Convencido de que el acto criminal que ha sufrido ha sido una venganza del poder blanco, Trudell se recluye y se consagra a la poesía para poder sobrevivir al inmenso drama que acaba de sufrir.

A partir de los años ochenta que decide musicar sus poemas, ayudado por otro indio Jesse Ed Davis. Su primer trabajo Grafitti Man es elogiado con fervor por Bob Dylan, que se convierte en su mayor fan y defenderá cada disco de Trudell. La muerte de Ed Davis le deja sin compañero de faena, pero John encuentra en la persona de Mark Shark el compañero ideal y juntos co-escriben los próximos trabajos siempre acompañados de una banda compuesta por mayoría de indios. El disco Aka Grafitti Man es una obra de rock, cantada y contada con el particular estilo de John Trudell muy cercano al de Lou Reed en su particular manera de contar más que de cantar. Su voz repleta de desamor y enfado enumera el infierno que atraviesa el mundo. Las guerras, las injusticias, el dolor todo transportado por una música tranquila, apacible, intensa, pausada pero por una voz cálida y resplandeciente. Es un disco para escuchar sin prisas haciendo pausas por el camino y sabiendo la vida de este indio uno comprende mejor sus palabras aunque no sepas inglés.
 
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