Cuarenta años sobre los escenarios no se celebran todos los días y esa fue la filosofía que nuestros nacionales PANZER aplicaron el pasado viernes 22 de octubre cuando los celebraron por todo lo alto rodeados no sólo por tus temas más emblemáticos, sino también por un incondicional público y una banda telonera de lujo como lo fue el madrileño grupo INVADERS, una jovencísima formación afincada en la localidad de Alcorcón que acompañó a los incombustibles autores de canciones únicas que han pasado a la posteridad y que sin duda forman parte de la Historia Del Rock con mayúsculas.
De la mano de la marca Universo Rock, la cual que sigue abriendo paso en cuanto a la vanguardia de la celebración de conciertos en toda la Comunidad De Madrid se refiere, llegaron a la Sala Caracol estos dos grandes grupos combinando madurez y experiencia por parte de PANZER con juventud y coraje por parte de INVADERS, llamados estos últimos a coger el relevo generacional dentro del Heavy Metal para situarlo como hicieron en su día los primeros, en lo más alto de la escena nacional.
Con un sold out en cuanto a las entradas se refiere y una puntualidad deseada por todos debido a las ganas de directo, saltaron a escena a las 21:00 horas en punto los de Alcorcón con su ya conocidísima alineación compuesta por Adrián Rica a la batería, Carlos Sánchez a la guitarra, Sergio García al bajo, Adrián García a la guitarra y Sergio Chamoso a la voz, unos guerreros cuyas edades oscilan entre los 17 y los 21 años pero que ya cuentan con un aplomo y una solidez sobre las tablas que va creciendo de concierto en concierto al igual que sus cada vez más numerosas actuaciones, ya que INVADERS ha comenzado a extender sus tentáculos fuera de la capital visitando recientemente las cálidas tierras almerienses con una más que extraordinaria acogida y mostrándose como un grupo cohesionado, muy ubicado musicalmente hablando en un Heavy tradicional de tintes ochenteros, con raíces británicas muy al gusto de grandes como SAXON, IRON MAIDEN o DEF LEPPARD pero imprimiendo la marca de la casa, el sello que les está haciendo únicos dentro del amplio y cualitativo espectro metalero nacional y cuya fórmula, a priori sencilla, esconde una singularidad centrada en temas con melódicas bases rítmicas sobre las que apoyar contundentes percusiones para gestionar vocalmente canciones amables, de temática con mensaje ejecutadas en el idioma de Shakespeare y que gracias a la interpretación de su frontman logran calar en una parroquia cada vez más amplia y fiel.
El arranque llegó entre aplausos con un endemoniado y prolongado baqueteo por parte de Adrián Rica mientras el cantante se presentaba en la escena de cara a su compañero de bombos, quien redobló la marcha antes de comenzar el segundo a cantar «Livin’ In The End» la cual ya empezó a mostrarse gracias a los primeros acordes de las cuerdas de sus compañeros que dieron pie inmediatamente a un tema rompedor y muy bien acompañado por la iluminación del escenario que hizo el juego perfecto a cada una de las canciones, seis temas en total que mantuvieron importantes partes de instrumentalidad basadas en un ritmo sostenido que facilitó los riffs de ambos guitarristas en auténtico estado de gracia mientras Chamoso mostraba sus registros vocales modulando a capricho e involucrando con el estribillo a toda la feligresía, unos fans que desde abajo levantaron las manos para recibir a «Endless Wait», el segundo de la noche que fue introducido como el nuevo single de la banda y que dejó ver lo mejor del cantante, quien no paró de moverse de un lado a otro de la escena en clara complicidad con el resto acercándose a uno y a otro para aderezar con molinillos de cabeza las notas que bien enlazadas iban desgranando una canción demoledora.
Sin descanso y cada vez metiendo más «caña», como bien nos avisó Sergio Chamoso que iba a ocurrir, llegaron «Redhead Lad» y «Late To Return» al grito de «vamos INVADERS» que se repitió durante el concierto en numerosas ocasiones, volviendo los cinco en semioscuridad sinuosa a dejar patente, tras un mantenido punteo de García y un potente grito inicial del vocalista arropado en todo momento por los redondos coros de Adrián, la importancia que para el grupo tiene la combinación de ambas guitarras tanto en los ritmos como en los solos que sus dueños se marcan, ya que en la canciones hay un espacio privilegiado para que los mástiles se desenvuelvan a placer y las muñecas de los protagonistas se centren en aportar rapidez desde la parte más baja y agilidad en los dedos en perfecta combinación con la figura de un Sergio García tocado por el dedo divino, quien mantuvo la cadencia necesaria junto con el virguero Rica centrado ahora en su ya tradicional solo de batería antes de permitir continuar al tema que dio un nuevo tirón con el cantante y el bajista subidos en sendas plataformas para fomentar la sólida puesta en escena de esta banda con estética ochentera totalmente acorde con el Heavy generoso que caracteriza su sonido y en el que el inglés encaja a la perfección como lengua vehicular.
«Ghost Religion» siguió entre un tempo de balada y un medio tiempo con elementos de musicalidad más misteriosa que pronto vio la luz con la ayuda de la nitidez y del brillo de las dos sempiternas seis cuerdas, manteniéndose la llama entre el público totalmente rendido a la imparable actividad que se vivía sobre la tarima que no paraba de temblar con los golpes inmisericordes gestionados por Rica que los cuatros restantes acompasaban con continuos headbanging, movimientos también ejecutados por el respetable que no tuvo respiro en ningún momento ya que la banda no dejó de jugar con cambios de tiempo muy sutiles como una de las claves de su matizada uniformidad, la cual convierte las canciones en atractivas y motivadoras arrancando en la gente esos «eh, eh, eh» tan metaleros al ritmo de cuernos en alto y cabezas en molinillo que desembocaron sin que la música dejase de sonar en la presentación de todos y cada uno de los miembros de la formación tras unos merecidos agradecimientos hacia los organizadores, sala y público, precediendo todo ello al único tema en castellano de la banda titulado «Hijos Del Metal» , un himno por todos conocido con una batería atronadora y un bajo rabioso junto a ella marcando ambos el lugar tan merecido de las percusiones que sobre un escenario coloreado por las luces cerró magistralmente en boca de todos los allí presentes un show apoteósico en el que hasta su salida del escenario retumbaron en nuestros oídos los sonidos puramente INVADERS bajo la consigna del propio tema, «somos hijos del Metal«, en lo que terminó como una auténtica tormenta perfecta con Adrián García y Sergio Chamoso flanqueando la arena sobre sendas plataformas manos en alto.
Set List INVADERS: «Livin’ In The End», «Endless Wait», «Redhead Lad», «Late To Return», «Ghost Religion» e «Hijos Del Metal».
La noche seguía su curso y el plato fuerte, por el significado de la actuación, continuaba con PANZER, la mítica formación que magníficamente comprimió una trayectoria de cuarenta años en catorce temas a cada cual más conocido y representativo de la banda con los que el cuarteto recorrió gran parte de su exitosa discografía con Carlos Pina al frente acompañado por Rafael Ramos a la batería, Fernando Díaz-Valdés al bajo y Miguel Ángel López “Cachorro” a la guitarra, los cuales ofrecieron a los ya caldeados espectadores un directo que superó las ya de por sí altas expectativas y un derroche de calidad a la altura de los más grandes.
Sin preámbulos iniciales y tras su presentación por parte de Harry, sonaron los primeros acordes del «Toca Madera» entre los aplausos de la gente que abarrotaba la sala cantando ya desde el comienzo al tiempo que los brazos se levantaban con los cuernos apuntando directamente a los cuatro protagonistas quienes, totalmente cómodos desde el comienzo, empezaron a desplegar «tralla» sin piedad para seguir con la que da nombre al grupo, «Panzer» incluida en su disco Al Pie Del Cañón que llegó como todas con perfecto sonido, perfectas luces y las manos en alto palmeando los acordes de un Pina sublime que no paró de jalear a la gente buscando complicidad para este tema en el que se lució «El Cachorro» de forma imparable, mostrando esa versatilidad para pasar de los ritmos a los riffs con ágil destreza y rellenando todos los espacios posibles de una canción sin margen al respiro, ya que la batería fue implacable subida en una tarima que permitió apreciar la contundencia de Ramos en cada una de las baquetadas.
«Número Negro» llegó con guiño final a los grandes BLACK SABBATH con unos acordes a término del «Paranoid» antes de dar comienzo a otra imprescindible como lo es «Dios Del Rock», para la que Carlos pidió empezar cantándola de forma suave y en melodía dejando que el respetable corease ese potente estribillo «en el octavo día Dios hizo el Rock» totalmente en solitario al menos durante un minuto y luego ser dirigido por el ritmo certero del batería, quien marcó la pauta del comienzo en este tema que poco a poco introdujo las cuatro cuerdas graves de Fernando y los arpegios lapidarios de Miguel Ángel para acabar cogiendo las riendas el experimentado vocalista y deleitarnos a todos con una interpretación no exenta en los momentos más instrumentales de los continuos paseos de éste a uno y otro lado del escenario para dar proximidad y sentir lo mismo de todos los allí presentes sin parar de moverse abarcando la escena con gestos cómplices hacia todos ellos mientras él mismo mostraba las manos en alto con los cuernos antes de continuar con la elegante «Caballeros De Sangre», tema épico cargado de energía y mensaje que precedió a un no menos legendario «Perro Viejo» con la guitarra siempre presente y en primera línea de la tarima sin dar descanso a las seis cuerdas que parecían todas una, sentando las bases de los cambios de ritmo puntualmente seguidos por sus compañeros que aportaban fuerza a los mismos dejando a cargo de Pina el espectáculo visual completado por su tradicional indumentaria de gorra de cuero, gafas de sol y chaleco con los que hizo crecer la escena mientras el soniquete vacilón del tema penetraba en nuestros oídos cantado de nuevo a un medio tiempo marcado por las percusiones para terminar con un insuperable solo de batería, el cual dio descanso al resto de los músicos pero no a un público que parecía golpear con sus cabezas y brazos el cuero al mismo tiempo que lo hacía Rafael.
En una velada que se estaba desarrollando repleta de emociones, sentimientos a flor de piel y recuerdos que a todos se nos venían a la cabeza, llegó un momento especial cuando Carlos Pina dedicó a la Abuela Ángeles, allí presente en forma de lámina gigante presidiendo la tarima, la canción «Junto A Ti» para la cual se encendieron algunos mecheros en la Caracol que rememoraron tiempos pasados dando calidez a esta inmensa balada con la que sin duda la garganta del cantante se volcó sin descender en fuerza con la siguiente «Fuego Prohibido», tema que marcó un ambiente in crescendo para romper con «Danza De La Muerte», la crítica «Galones De Plástico» y la sentenciadora «Volverás Desertor» incluida dentro del álbum Caballeros De Sangre editado en 1986, disco muy merecidamente recordado durante todo el directo y que siguió así no sin antes bajar mínimamente el ritmo la banda al marcarse el cantante unas simbólicas frases del no menos simbólico «Tú Mismo» prácticamente a capella y con base acústica que imprimió cercanía para volver a elevar el volumen ahora sí con «No Hay Quien Nos Pare» como declaración de intenciones con remate final dedicado a «Escapa» y «Arriba», los cuales cerraron el show con un vistoso «fuego frío», profesionalmente gestionado por Jesús Hernández Pérez “Chule“ al igual que el confetti que regó los diferentes momentos del espectáculo y que surgió a tres bandas delante de Carlos, Miguel Ángel y Fernando mientras estallaba en luminosidad a ambos lados de la batería rodeando a Ramos y despidiendo por todo lo alto una celebración necesaria con retorno a un pasado glorioso.
Set List PANZER: «Toca Madera», «Panzer», «Número Negro», «Dios Del Rock», «Caballeros De Sangre», «Perro Viejo», «Junto A Ti», «Fuego Prohibido», «Danza De La Muerte», «Galones De Plástico», «Volverás Desertor», «No Hay Quien Nos Pare», «Escapa» y «Arriba».
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