Arrancan una armónica y una guitarra acústica. Un tema colorido, nostálgico y uptempo que escucho por octava vez en la mañana, el primer single de Muddy Boots, “Goin’ Nowhere”. Qué mentirosos, pienso, mientras un barítono ríe antes de empezar a calentarme el corazón. «Este trío de forajidos y farsantes buscavidas quieren joderme la marrana», le digo a Cassidy, mi perra, que me mira y asiente con gravedad. Demasiado auténtico.
Mientras, a juicio de este pobre irlandés miope pero de oído afilado, ríos de conformismo inundan los corazones de los melómanos en potencia, avasallados por las grandes discográficas y el show business agonizante, que se imponen en posición de gran franquicia de comida basura y teletienda, estos tres chavales consiguen crear una pieza exquisita de confort humano. Real, sufrido, optimista.
Honesto.
–Venid a casa –digo a Enos (Nacho Sanz, banjo y armónica). Y sé que una parte de mí se arrepentirá de esta oferta tan genuina como la música y la amistad que me ofrece este entusiasta y maravilloso tornado humano. Multi-intrumentista curtido en la campaña, conocedor del frío y los callos en las manos, compañero de borrachera y agotamiento. Sé que me arrepentiré porque estos individuos son una fuerza a tener en cuenta, y mi corazón es sensible a la música y la entrega excepcional. Frágil, vulnerable a la disciplina, mientras escribo estas líneas. Qué miedo, pienso.
Un acto country, en pleno Madrid, en inglés, en mitad de todo este clima, tan desvergonzado a priori, pero excepcionalmente cuidado y bucólico en su núcleo, solo puede tener mi más parcial y sesgado amor, aunque la amistad me una a Enos.
Me responde que vendrá, antes de que la muchedumbre okupe las playas y los veraneantes desdibujen el horizonte, pero está liado. Y tanto que lo está. Así que, entre bambalinas, entre cervezas y bolos, entre conversaciones telefónicas, e-mails y audios de WhatsApp consigo arrancar unas palabras a estos tres músicos de calibre desconocido incluso por ellos mismos, que transcribo en las siguientes líneas.
ENTREVISTA A MUDDY BOOTS
Me aclaro la voz, bebo agua, y procedo a hablar en cursiva:
¿Cómo es hacer música country en este país?
Jesús Rodríguez (bajo): Es… extraño.
Nacho Sanz: Es… difícil. Pero a la gente le gusta más de lo que parece –Los compañeros, en este momento, le dan la razón al únisono–. Es un género que no está muy metido en la sociedad española, pero parece que está despuntando poco a poco. Además, al nosotros no hacer un country tan puro ni tan antiguo, al hacer algo más moderno, tirando para el folk, está gustando a la gente.
Kevin Alonso (guitarra y voz): Sí, al final, al tener muchas canciones animadas, con el banjo y tal, pues parece que va metiendo a cada vez más gente en el rollo.
¿Y qué otro estilo o género crees que estaríais haciendo de no contar con influencias tan localizadas en un lugar, o tan asociadas a artistas concretos, como Willie Nelson o Dolly Parton?
Jesús: A ver… Yo sí que quiero hacer algo más stoner, en el futuro. Cuando tenga más madurez, tipo cuando tenga treinta y cinco años y tenga más bagaje musical, sí me veo haciendo stoner o rock.
Kevin: Sí, en ese punto me gustaría montar algo más entre el rock alternativo y el indie… sí, ahí coincidimos. Pero la verdad es que escuchamos de todo.
Nacho: A ver, si no hubiera nada de americana, ni bluegrass ni tal, yo tocaría o psychobilly o black metal atmosférico. Sería en lo que caería. Se ha perdido un gran músico de black metal atmosférico.
Kevin: Claro, yo soy el más comercial.
Pero ahora, en este momento, ¿cómo os planteáis el verano, de cara a la música?
Kevin: Bien, tenemos un par de conciertos ahora antes del verano, esperamos que salgan más. Pero estos próximos meses tenemos un objetivo claro: componer más temas y estructurar los que tenemos, las diez o doce canciones originales con los que queremos grabar nuestro primer disco.
Nacho: El verano nos lo vamos a tomar un poquito más relajados de conciertos. En La Canalla, aquí en Madrid, nos podréis encontrar siempre. Pero hace tiempo que no componemos ninguno de nuestros temardos… Nos encaramos a la grabación del disco.
Antes de llegar al LP, nos vais a presentar un EP, ¿qué tal la experiencia? ¿Cómo ha sido la grabación?
Nacho: Bien. Lo nuestro nos ha costado llegar hasta este punto…
Jesús: Sí, pero… fue un día, la verdad, divertido.
Nacho: Sí, sí.
Kevin: Sí, grabamos todo el mismo día: instrumentos, voces…
Nacho: No había presupuesto para más. Lo hemos grabado en el estudio de un amigo nuestro, Charlee Kress.
Jesús: Muy a gusto con Charlee, la verdad es que muy bien.
Nacho: Es un gran profesional, ha hecho un trabajo impecable, estamos muy contentos con este EP. Y sí, fue muy divertido grabarlo. Fue una gran experiencia…
Kevin: Una experiencia religiosa.
Nacho: Una experiencia religiosa, sí.
Nacho, hace poco hablábamos de que a la mayoría de grupos que empiezan a tocar en Madrid les están cobrando por hacerlo. Habéis pasado de tener que sortear esa situación a que os insistan para tocar.
Nacho: Bueno, la verdad es que creo que lo que más condiciona a otras bandas es el hecho de llevar batería. Nosotros lo que hemos hecho ha sido patearnos micros abiertos, y se ve que a la gente le ha gustado, y nos están llamando.
Kevin: Claro, como a nivel técnico, nosotros no tenemos ninguna exigencia…
Nacho: Es enchufar una guitarra, un bajo y un banjo, no necesitan mucho más.
Kevin: Pues eso, nos van cogiendo en sitios en los que hemos estado en micros abiertos para tocar, también cuando se cae algún otro artista, así que parece que están confiando en Muddy Boots.
Nacho: También es verdad que somos un formato intermedio. Aquí en Madrid sobre todo hay bandas grandes o cantautores folk en solitario. Entonces al ser un formato intermedio somos muy divertido para este tipo de salas.
Muchísimas gracias por dedicar vuestro tiempo a Rock the best music, chicos, y muchísima suerte en este viaje. Algo para que conozcamos un poco más a las personas detrás de Muddy Boots: decidme tres películas, tres libros y tres discos que os llevaríais a una isla desierta.
Jesús: Las uvas de la ira, It y Una mirada a la oscuridad. Pelis, La Isla de Shiro, La Matanza de Texas y… y Rocky. Y de discos… Black Sabbath de Black Sabbath, de Velvet Underground, Velvet Underground & Nico, y Welcome to Sky Valley, de Kyuss.
Nacho: Yo, de libros… me llevaría también Las uvas de la ira, Moby Dick, que es de mis libros favoritos, y un tercero no sé, porque en realidad jamás aprendí a leer… (se ríen, no paran de reír entre ellos, inside jokes. No puedo evitar pensar que esto va a funcionarles muy bien).
Jesús y yo nos hemos criado juntos y hemos compartido muchos libros, y nos han afectado juntos, muchos de ellos. A lo mejor, It, también. Y películas… El bueno, el feo y el malo, El hombre tranquilo y La casa de los 1000 cadáveres.
Kevin: Alright.
Y de discos, saliendo un poco de cosas antiguas, me llevaría el Firewater de Whiskey Myers, para pasar el día y trabajar… Lisergic Legacy de Fuzztones, para por las noches hacer rituales y movidas; y a lo mejor Seven thunders roar de Stoned Jesus, para ver las puestas de sol y echarme tremendos (ininteligible para el entrevistador a este punto, pero se deduce fácilmente).
Kevin: Yo de discos, Rumours de Fleetwood Mac, sin ninguna duda… El primero de Arctic Monkeys, no recuerdo el título, pero es el más guarro, y otro disco… el segundo American Recordings del señor Johnny Cash.
Nacho: Hostias, la isla de la fiesta, macho, la isla depresiva.
Kevin: No te vas a llevar Mocedades, ¿no? De películas… Prisoners, de Villeneuve, Lost in Translation y una cachonda, Regreso al Futuro…
(Jolgorio, consenso)
Kevin: ¿Verdad? Libros… El guardían entre el centeno, Trainspotting, que me moló bastante, y un tercero… bajo presión, Gone Girl. Calidad, joder.
Nacho: Hostias, se me han olvidado algunas, como Matar a un ruiseñor…
Kevin: Bueno, da igual.
Muddy Boots estrenan su primer single, “Goin’ Nowhere”, el 19 de mayo en el Rincón del Arte Nuevo (C/ de Segovia, 17), el viernes 19 de mayo a las 22:30. Lleva las botas sucias.
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