Cemënteri pertenecen a esos que tratan de hacer saltar las tapas de las alcantarillas a base de una propuesta musical huida de oficialidades y fotos desde el reverso del móvil. La herencia punk de la rabia contenida pero no del hedonismo ni la autodestrucción. La potencia cimentada del post hardcore y su irreverencia racional. Ese bajo escupe fuego cuando suena “Minimal dilema” que abre este “Asma, corte, afonía, pisotón” a modo de reverencias industriales durante poco más de un minuto y medio. “Pb02” recupera ese fondo trasgresor del hardcoreu a vez abandonados los convulsos 80 e inmerso en los volubles 90 con un sonido agresivo y directo. “Vamos otra vez” de nuevo con ese bajo golpeando fuerte y un arrebato punk contestatario.
Reunión en Kurdistan” posee esa infección rítmica del post punk mientras que las magnificas guitarras de “Con sigilo” bucean en historias propias de este país de hace ya cuatro décadas y que han quedado sepultadas entre la nostalgia interesada y el desecho partidista. “Todo está grabado” recupera ese seminal sonido industrial que voló las cabezas hace ya mucho provocando un bien ejecutado desasosiego. “Kurtinaitis” es un pródigo ejercicio de ironía en su letra a lomos de un desbordado caballo post punk de órbitas oscuras. “Un ollie en un año” te golpea de frente en un escaso minuto de ritmo violento, que se ve secundado por el sonido punk a los iniciales Fugazi de “AC Green”. Cierra el disco “Sukubare mon amour” que muestra ese descaro sonoro y esa atmósfera que Cemënteri crean. Fantástico disco este “Asma, corte, afonía, pisotón” que estremece los subterráneos adoquines del underground patrio.
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