Brutal noche la que nos esperaba el Martes día 17, al ver un cartel que nos decía que el gran Demanofacture nos estaba esperando al completo por parte de los estadounidenses.
Para mí, junto al Transgression, el mejor trabajo de la banda, pero con la característica que este primero fue aquel que acompañó a Fear Factory en el cambio del death metal hacia dar el paso al death metal industrial con los sonidos característicos de la banda que ahora todos conocemos.
Podría decirse que esta banda fue pionera en introducir ese sonido que les hace especiales. Para el que no lo sepa o no los haya escuchado, voces limpias mezcladas con guturales y efectos que acompañan a los riffs monstruosos e incansables dobles bombos es la definición de Fear Factory, y ese trabajo era el que lo iba a corroborar delante de una sala Razzmatazz que casi rozó el Sold Out.
Para abrir la velada tendríamos a Dead Label!, una banda joven con mucho potencial que en 5 temas supo llegar al público con su música, con ese modern thrash metal con el que ellos mismos apodan su estilo. La verdad es que el sonido era óptimo, algo que me extrañó mucho, ya que normalmente en esta sala los teloneros siempre suenan peor que los cabezas de cartel… pero en esta ocasión un 10 para el sonido desde el principio hasta el fin.
Tras cinco temas, la gente iba acomodándose dentro de la sala y cada vez más impacientes por ver a Fear Factory. Dead Label! tuvieron su momento de gloria en el último tema donde ya había bastante público dentro de la sala y pudieron disfrutar interpretando «Are You Ready to Kill», el tema que cerró su actuación más que correcta y daba paso a la siguiente banda, llamada Once Human, donde veríamos una cara familiar.
La sorpresa fue ver a Logan Mader, fundador de los grandes Machine Head sobre las tablas, acompañando como guitarra principal a un grupo que tiene muy poco tiempo sobre las tablas aunque con las cosas muy claras sobre ellas. En según qué ocasiones me recordaron a Arch Enemy (de Alissa, no de Angela), donde podíamos ver en este caso a Lauren Hart actuar con seguido de poses muy similares a las de Alissa.
Una voz contundente y unos riffs rápidos y demoledores acompañaron a la banda durante cerca de 45 minutos de actuación, donde la joya de la corona fue la interpretación de «Davidian», tema con el que Logan Mader en la época en Machine Head grabó en el disco Burn My Eyes. La verdad es que la gente la conocía, y ante una sala ya abarrotada, se comenzó a liar un poco delante del escenario con aquellos que eran más fanáticos de Machine Head. «Time of the Disease» pondría punto y final a la actuación de estos y daría paso al gran reclamo de la noche, a ese Demanofacture que estábamos a puntito de escuchar.
Así bien, salieron a escena estos grandes, liderados por Dino Cazares junto con Burton a las voces, el joven batería Mike Heller que hacía poco de su entrada a la banda y el archiconocido Tony Campos, un bajista que ha rodado tantos grupos como pelos tiene en la barba.
«Demanofacture», la canción que da nombre a ese trabajo, comenzaría a retumbar en la sala Razzmatazz con ese doble bombo tan demoledor y provocando los primeros pits de la noche. Tras esta una leve conversación de Burton con los asistentes y vuelta a la masacre con «Self Bias Resistor», otro de los temas más contundentes del trabajo.
El sonido era totalmente idóneo, y por lo que veían mis ojos, el vocalista de la banda estaba totalmente perfecto en lo que a cuerdas vocales se refiere. Tal y como pude ver en Madrid en 2012, que no fue uno de sus mejores días, si está un poco tocado de voz, difícilmente puede realizar unos bueno guturales y aún menos unas voces limpias que necesitan precisión. También es verdad que este dato lo había escuchado de mucha gente y leído en diferentes sitios: “si Burton tiene voz, será un conciertazo, si está un poco tocado, prepárate para llevarte una decepción”. Pero no me la llevé ni nos la llevamos, cumplió totalmente las expectativas y dio la talla como si se tratase de la misma gira del Demanofacture en el año 1995, una agresividad sobre las tablas para nuestro asombro y disfrute donde los demás músicos completarían tema a tema un concierto asombroso.
Así bien y escuchando como tercer tema «Zero Signal», me supuse que tocarían en orden el trabajo sin ir saltando de una canción a otra, y así fue. Destacar que este hecho, puede ser bueno y malo, ya que para mi gusto, la última parte de este disco, a pesar de ser buena, es más lenta, y el hecho de comenzar con esos temas tan demoledores y meter del tirón esos otros más tranquilos me cortó un poco el rollo en directo. Si hubiesen intercalado algún tema fuerte, como por ejemplo Replica o la misma Zero Signal la cosa se hubiese animado aún más. Pero bueno, quitando esto, completaron a la perfección este trabajo e hicieron tras este un seguido de seis canciones repasando sus discos más recientes y rescatando temas como «Shock» con los que la gente volvería a ponerse frenética y a liarla.
Una última conversación con el público agradeciendo su presencia al concierto y vuelta a la carga con «Martyr», el tema que pondría punto y final a una noche de brutalidad teniendo a los asistentes entregados en esta última canción.
Destacar que para mi sorpresa, la mayoría de las caras que vería en la sala eran de una edad más avanzada, de 40 para arriba. Supongo que nadie de los que pudieron vivir ese Demanofacture querrían perderse por segunda vez la actuación de los estadounidenses tocando de pe a pa este trabajazo y viendo en directo a estas bestias.
Así bien, noche de rememoración, que nunca viene mal, y una conclusión bien clara: Fear Factory y su música siguen existiendo, encontrándose en un estado de forma con el que parece que los años no hayan pasado. Creemos que esta banda está capacitada para seguir mínimo otros 20 años, así que les esperamos en el 40 aniversario del gran Demanofacture.
¡Felicitar a Fear Factory por seguir cumpliendo años y agradecerle estos conciertos tan brutales!
Setlist
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