Parece mentira pero siete años después del, para quien suscribe, comeback más esperado del S.XXI con la vuelta de los hermanos McDonald, oséase, Redd Kross y su destacable Researching The Blues (2012), tenemos nuevo disco de los angelinos que confirma que el comeback es definitivo y que hay intención de seguir disfrutando del sueño ‘powerpopero’ de los hermanísimos. El séptimo disco de Jess y Steven, acompañados de su inseparable Jason Shapiro como guitarra solista y el excepcional fichaje de una leyenda como Dale Crover (Melvins) lo han titulado Beyond The Door (2019) y ha contado con ‘guest stars’ tan adecuados como sorprendentes volviendo a contar con Anna Waronker (That Dog, Ze Malibu Kids) y teniendo el privilegio de tener aportando teclados a Gere Fennelly y solos de guitarra al mismísimo Buzz Osbourne (Melvins). Hasta aquí datos básicos y colaboraciones de lujo, pasemos a charrar un poquito del disco…
‘Traspasa la Puerta’ porque hay mucho y muy bueno …
En primer lugar, vaya por delante que he disfrutado mucho Beyond The Door (2019) y lo sigo haciendo desde que salió a finales de agosto. Mi amor por esas melodías tan ‘fab four’, esos fraseos y estribillos tan lennonianos de Jeff, su fijación por Sparks y los ramalazos punkoides siguen ahí y se nota que siguen componiendo con la pasión y la energía de siempre, de hecho agradezco esa producción garagera y sucia por momentos a pesar de las toneladas de azúcar marca McDonald. Mi pequeño problema con este disco es que peca de un tracklist ciertamente irregular, no todas las canciones me enganchan, incluso llego a pensar si en algún momento se han precipitado con algún tema que no han sabido (o no han querido…) cerrarlo como siempre es habitual en ellos ya que cortes como el inicial «The Party» y «Fantastico Roberto» no dejan de ser simples ejercicios garageros 60’s que enganchan bien poco; así como los cortes más explosivos y garage punk caso de «Fighting» y «Punk II» que no me dicen mucho, la verdad sea dicha. En cualquier caso el disco contiene gemas powerpop caso de «There’s No One Like You», uno de los cortes cantados por Steven que, no sé, me da en la nariz que ha cogido el testigo vocal (canta en primera voz cuatro temas) ya que la de Jeff por momentos se le nota cascada, «Jone Hoople» sería el caso más claro a pesar de que es un temazo como una catedral. En esta onda más beatle se encontrarían también el meloso «Ice Cream (Strange and Pleasing)» de sublime estribillo o «What’s a Boy To Do» con otra dosis mágica de azúcar. Otro corte a destacar, «The Party Underground», con su toquecillo R.E.M., coros de la Waronker y tres ‘solos’ que se reparten entre Jeff McDonald, Jason Shapiro y Buzz Osbourne (¿adivinas de quien es cada uno?). Y ahora sí, no podría acabar esta reseña sin uno de los highlights del disco con la excelente y explosiva cover que hacen del hit de Sparks «When Do I Get To Sing ‘My Way'» con Steven de nuevo brillando a los vocales cerrando con broche de Oro un buen disco que en mi opinión podría haberse pulido algo más.
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