Después de tanta espera, de tanto traerlos por esta web, no podíamos hacer otra cosa que escuchar el nuevo disco de Marea, En mi hambre mando yo, y escribir al menos unas notas que sirvan de reseña o acercamiento al nuevo producto de los navarros. ¿Qué menos?
A finales de los años 90, siguiendo la estela, el rastro estilístico, de grupos como Barricada y, sobre todo, Extremoduro, surgen grupos que vienen a confirmar que ese estilo duro, urbano, de ritmos potentes en el que se insertaban letras poéticas y muy metafóricas era lo que al parecer buscaba gran parte de la masa juvenil. Las muchas golondrinas hacían verano, y convertían en estilo musical, en género (muy español, por cierto) lo que en principio había sido solo algo minoritario. Se trataba, por tanto, de una música continuista, con mucho de copia y poco de invención (ni tan siquiera renovación, diría yo: todo estaba ya parido), todo hay que decirlo.
Entre estos grupos tuvo especial acogida Marea (Forraje, demasiado olvidados, también ha hecho sus buenos pinitos). Algo tendría que tener su agua cuando era bendecida por tanto oído. Lo daban todo en los conciertos, pero, claro, aparte, es que las letras de Kutxi (seña de identidad del grupo), aun sin entenderse demasiado (o quizá por eso), poseían el don –mágico don– de calar en la gente. Los adeptos las memorizaban incluso (merecían un premio estos jovenzuelos, ¡con lo que ha de costarle al propio grupo!): el vocabulario se presentaba descarnado, pero lleno de una poesía barriobajera inédita, en la que la rima era fundamental, el buen acomodo del ritmo y medida de los versos a la melodía, pero también la profusión de otros recursos poéticos (no estrictamente vanguardistas) como la aliteración (repetición de un sonido: el de erre de carraspera es fundamental, sobre todo para esa entonación buscadamente bronca que inventara el Drogas y vino a elevar Robe Iniesta), el empleo del sintagma metafórico, simbólico, la creación de imágenes encadenadas sin un referente a la fuerza real, pero sí con una materialización inmediata en la mente de quien escucha, etcétera (no quisiéramos aburrir con estos formalismos técnicos más propios de la Filología). Ahí está la clave del éxito, no obstante, en esos recurso del lenguaje. Sin la poesía, sin la letra de Kutxi (también con la voz conseguida en esa línea buscada) Marea no existiría. Porque en cuestión de hallazgos musicales, poco se ha inventado. Es así. Huelga decir que sin la existencia o precedente de Extremoduro (que ya se ha desviado sanamente, debidamente reciclado, por mejores sendas), tampoco Marea hubiese existido. A ellos deben su vida.
El estilo de los Marea es bronco, ya decimos, áspero, en entonaciones y en ritmos, contundentes. Pues bien, todo esto no ha cambiado de ninguna manera en el último disco. Las letras no son mejores que en los discos anteriores (decir lo contrario es hacer mercadotecnia y eso solo les toca a ellos; es legítimo que lo hagan: el decir que este es el mejor). Son diferentes, claro, otras (las letras, digo), pero la línea es la misma que la conseguida en los discos anteriores, parecidos ritmos y bases melódicas. No creo que sus seguidores esperasen otra cosa, es decir, que Marea se pusiera ahora a innovar, nada de eso; lo que querían era más alpiste, y de la misma marca, después de 4 años de ayuno. Y eso han hecho. Y lo han hecho bien. Sería de necios cambiar, a no ser que uno se deba solo al arte (del que no se come en estos tiempos de hierro (Yosi dixit)).
¿Aporta algo este último disco de Marea? Pues en primer lugar creo que el sonido es más claro, más conseguido, nítido, como queráis. Lo decían ellos hace poco en una entrevista: uno puede subir el volumen, que la música no pierde calidad. Las guitarras (por destacar algo) suenan a gloria… así que parece que los viajes a Vancouver y Portland para hacer las mezclas y masterización han valido la pena. Se apostaba a caballo ganador y no estaba de más gastarse unas pelas en calidad. Esto también lo han hecho bien los Marea. Luego vendrán los conciertos para ver si el sonido era del todo suyo o son solo juegos artificiales de estudio.
El disco se abre con el tema “Bienvenido al secadero”, el del supervisto videoclip, ideal elección para meter a la concurrencia en el bote: “Los faquires que se acuestan junto a mí y apuntalan escupiendo a viento mis entrañas de viejo” no significa nada objetivo, pero ahí tenemos un recurso sonoro magníficamente trabado de rimas internas y repetición de sonidos que ayuda a hacer poético lo que en otro contexto no sería sino humo. Será una constante en todas sus canciones, una de las claves de su éxito. Pero ir desbrozando el disco canción por canción me parece lo menos recomendable en el caso de Marea. Todo es lo mismo y distinto, donde las influencias son siempre las mismas, donde las melodías son las de siempre… en fin, una música que terminará a la postre ahogándose en sí misma, pero que ahora, de momento, le ha tocado vivir sus momentos de gloria… y hará historia. Y se deja escuchar, también. Todos hemos sido esos jóvenes que entonan sus canciones a coro como cuando se es niño y se tararea esas retahílas surrealistas sin preguntarse por su significado, por nada, en definitiva, que importe más allá del ritmo y el mero hecho de sabérselas de memorieta. Marea deja un regusto de lirio rebozado en fango; han llevado a la lírica a beber no de las aguas límpidas de un arroyuelo arcádico, sino de las de un abrevadero de ganado o de un charco de chapapote. Es como convertir a la luna en una lata de foiegrás. También es poesía.
Por cierto, me gusta el punteo que se incluye en “La majada”, particularmente las letras de “El día que lluevan pianos” y “Ojalá me quieras libre” (en realidad, creo que todas rayan en altura), y cuánto del Sabina de la memorable “La del pirata cojo” hay en algunos pasajes de “Canaleros” (lo he agradecido cantidad, amigos), sintonizo con los riffs ochenteros de “Ángeles del suelo”, con los toques algo sureños de “Las últimas habitaciones” (es quizá con el tema que me quedo), y mola esa balada titulada “Plomo en los bolsillos” con contenidos que enlazan con la conocida cancioncilla del barquero, perteneciente al folclore infantil… En fin, cuando uno se va aprendiendo las canciones más va gustando. La espiral eternamente giratoria de los Marea te acaban atrapando en su tela de araña, y uno espera con indecorosa candidez se devorado. Poco importa, si uno disfruta con ello.
NOTA (provisional): 7
Entrevista en exclusiva con Kutxi Romero.
Fechas de la gira «En mi hambre mando yo»
Lupanar: making off «Bienvenido al secadero» y «La majada»
Nuevo vídeo: «La majada»
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Nunca había visto un análisis literario de Marea, y me ha gustado. La verdad es que a partir de su tercer disco me parecía todo demasiado repetitivo, a pesar de que siempre había algo salvable. En todo caso, suerte para ellos.
Un saludo
Estoy en la primera escucha del disco, pero independientemente que esté de acuerdo contigo o no, te doy la enhorabuena por la crítica del disco. Genial la argumentación y clarificadora.
me parecen una banda un poco repetitiva,con unos riffs trilladisimos,pero bueno,lo que si me sorprendido es que el riff de Bienvenido al secadero es el mismo que el de Breadfan de Budgie…
Madre mía las palabras del redactor de este artículo me han sorprendido más que el propio disco de Marea. A mi parecer,flojito disco para lo que ha sido Marea componiendo, aunque no puedo dejar de escucharlo. Lástima que su música haya perdido fuelle y se haya anclado en la más honda de las inercias del éxito posibles…
DESDE URUGUAY! MAREA ES LO MAS GRANDE!!! ES LO QUE TODOS LOS ENFERMOS POR MAREA QUERIAMOS!!! MAS DE LO MISMO PORUQUE ESTE DISCO SE VA A ESCUCHAR CONJUNTAMENTE TODO JUNTO CON LOS ANTERIORES!!! CADA CANCION DE MAREA ES UN ORGASMO EN MIS OIDOS!!! HOY EN DIA TIENE MUCHO MAS VALOR QUE UNA BANDA SE DEBA A LOS FANATICOS Y REALICE UNA Y OTRA VEZ LO QUE ELLOS QUIEREN, A QUE SEAN BANDAS MUY MEDIOCRES CON 0 IDENTIDAD COMO «NO TE VA A GUSTAR» DE ACA DE URUGUAY, QUE CADA DISCO ES UNA PORQUERIA NUEVA!!!! ESTE ES UN NUEVO NIÑO DE MAREA UN TESORO!!! CADA SEGUNDO QUE LO ESCUCHO MAS ME GUSTA!!! MAREAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Bueno, lo cierto es que una vez escuchado la primera vez, me pareció un disco normal. Pero una vez que uno lo va escuchando más y más, no puedo si no decir que me parece una obra de arte. Puede que sean repetitivos, pero son Marea. Las letras están supertrabajadas, y puedo decir que no hay una sola canción que me disguste: canaleros (muy buenos coros), pedimento, ojalá me quieras (el último minuto de esta me parece brutal). En fin, este disco es como el buen vino con el tiempo, contra más tiempo inviertes en él, mejor te parece.
Sobre el disco no tengo mucho que decir puesto que me he enterado de su existencia hace una hora y estoy escuchando canciones sueltas. De todos modos, por lo poco escuchado y por lo que he leído aquí y en otros sitios ya se que me gustará. Soy fan y me gusta todo lo que hacen. En esto no tengo criterio. Si es más de lo mismo me alegro, porque es lo que conozco de ellos lo que me ha hecho fan incondicional. Ojalá otros que si han cambiado de estilo (y han perdido buena parte de su esencia) siguieran haciendo más de lo mismo que los hizo conocidos y admirados.
Bueno, yo no iba a hablar del disco, si no de esta critica. Me ha gustado mucho leer los apuntes acerca de las cualidades literarias de las letras de Kutxi. ¿Has pensado en tratar el tema en profundidad? Pienso que no sería el único que agradecería un articulo así escrito por un Filólogo y profesor de lengua y literatura que ama el rock.
Un saludo.
Independientemente de que este o no de acuerdo con tu critica (que es muy buena)Desde mi opinión no es que marea sea repetitiva es que guarda su pura esencia y no se deja influenciar por modas o cosas así
Siguen siendo de lo mejorcito¡¡¡
Un saludo
Angel, te felicito por el artículo. Marea, las letras de Kutxi… ¡todo es como tu dices! Kutxi es un crack escribiendo canciones. Yo siempre he creido que es más músico que poeta. A veces no entiendo lo que dicen sus letras (cada vez más a menudo) pero me da igual. Me sigue gustando escucharlas. Es maravillosos ver como Kutxi juega con los sonidos, con las palabras… Ojala Marea no cambie unca!M
Se desteñiRÁN la RAbia y el peLAje,
se agrietaRÁN en los estíos,
y harto de breGAR, solTANdo correAje,
dormitaré entre el gentío…
Escribo esto para destacar una cosa:
Si os fijáis, además de las uniones o enlaces a través de la vocal «A» (sílabas en mayúsculas), y de las rimas a final de cada verso (con las palabras «estíos / gentío» y «pelaje / correaje») hay también otros detalles muy currados por parte de Kutxi, y que no son apreciables a simple «oido»…
Por ejemplo:
— La formación «…EN LOS ES-tíos…» rima con la palabra «pelaje» del verso anterior. Se trata de un simple juego de sonidos parecidos (-AJE / -OSE) en el cual se mantiene únicamente la vocal de la última sílaba. No sé si este recurso es una rima o si es otra cosa o si tiene algún nombre, pero lo que sí sé es que Kutxi lo utiliza mucho siempre.
— Y si os fijáis, más adelante vuelve a hacer lo mismo o parecido, cuando escribe:
«…soltando correAJE,
dormitaré enTREEL GEN-tío»
No sé, pero la verdad es que las letras de Kutxi están llenas de detalles. Si le pillas el truco a lo que hace te das cuenta que es un trabajo muy meticuloso y flipante en cuanto a la perfección que consigue. Fito también es muy bueno haciendo estas cosas… 🙂
BUENO…… DESPUES D ESCUCHAR A MAREA DESDE SU PRIMER DISCO…….NOSE…..ES MAS DE LO MISMO PERO CON ARREGLOS Y GRABADO EN OTROS LARES PERO BUENO COMO DICEN SON MAREA NO? O YA SON MAREITA? EL TIEMPO LO DIRA
A Y YA LO DEL CONCIERTO DEL PALACIO VERGONZOSO EL SONIDO Y LA VOZ DE KUTXI, ARA CUANDO SALIO EL BAJO OLE SUS COJONES SE QUEDO KUTXI EN SEGUNDA FILA, Y COLIBRI OLE,LE TENDRIA QUE HABER DEJADO TERMINAR EL CONCIERTO A EL.
KUTXI MAS GUEVOS POR LAS MAÑANAS VATIDOS.
BUENOS HUMOS
Muy buena crítica y bueno.. el disco no es de ningun modo superior a los anteriores, y aunque la primera vez que lo escuché no me parecio muy bueno, ahora entre mas lo escucho más bueno me parece. Las letras increiblemente bien trabajadas e instrumentalmente son fenomenales.
vaya full