by ÁNGEL
Hace ya cosa de un mes dejábamos por
aquí el anuncio de la publicación del último disco de Saxon titulado
Call to arms, así como el vídeo oficial del tema con el que el álbum se abre, esto es, “Hammer of the Gods”. El disco ha sido ya escuchado y requete-escuchado, y creo que no defrauda a los que hemos sido seguidores del grupo británico casi desde sus inicios. No podía ser de otra manera.
Lejos quedan ya aquellos clásicos tan sólidos como Wheels of Steal (1980), Strom Arm of the Law (1980), Denim and Leather (1981) o Crusader (1984), pero Saxon, impenitentes, contumaces, constantes y siempre en una línea ochentera mantenida, se sacaron de la manga el año 2009 (ayer como aquel que dice) un gran disco que vino a llamarse Into the Labyrinth que quemó el reproductor de mi coche. Llevaba tiempo sin escuchar un discazo tan redondo de los de Byford. Me recordó aquella época en que yo alucinaba escuchando “Wheels of Steal” o “Motorcicle man” o “747”… Es que eran para mí unos ídolos: los quería tanto como a mis colecciones de cromos y vitolas.
Biff Byford cumplió este enero pasado 60 tacazos (se dice pronto), pero verlo sobre el escenario, ¡aún, aún!, sigue siendo una pasada porque te transmite una energía juvenil que, en su caso, todavía corre por sus venas tan fresca como hace 30 años (no es frecuente; ¡qué buenas morcillas saldrían de aquí!). Y esto, perdonen, es un mérito que hay que saber reconocer. Así que, mientras esperamos para verlo en ese
Epitaph World Tour de los Judas en su paso por España, a los que acompañarán (si las previsiones no se ven truncadas) a los de Halford junto a Motorhead, mientras esto llega, digo, damos las gracias a este grupo que sigue regalándonos un heavy metal de altura.
Sí, también en Call to arms comprobamos que Saxon están en plena forma y el disco no ha tardado en recibir los parabienes de la blogosfera metalera, casi de forma generalizada. No haré una detallada review del disco porque es cosa que aburre, pero me gustan los toques Sabbath en algunos de los temas, los toques Accept en otros, los Purple al menos en uno (y no entraré en detalles escabrosos, pero escuchen “When Doomsday Comes”), me gusta que el ritmo rocoso (trepidante a veces) siga siendo una de las señas de identidad del grupo, que la guitarra de Paul Quinn marque unos compases tan clásicos dentro de ese particular universo creado por Saxon, y que de ella se derramen punteos que suenan a música celestial (se sale en “Mists of Avalon”), que cuando toca balada esta cobre una elegante magnificencia de tonos épicos pero no grandilocuentes (“Call to arms” es la prueba, con protagonismo de los teclados mezclados en deliciosa promiscuidad con el resto de los instrumentos), que sigan componiendo temas que parecen himnos (con toques ACDC, como en esa pegadiza “Chasing the bullet”), que el álbum se cierre con esa versión orquestal del “Call to arms” más que digna, y que Biff, por último, siga conmoviéndome como aquel día en que compré una cinta de este grupo en una gasolinera en un viaje escolar y mi tierna y suave piel se llenase de pequeños granitos cuando la cinta pasó al reproductor; sonaba “Motorcicle man” y lo hacía como maná llovido del cielo. Pero me gusta sobre todo porque sigue sonando a Saxon, que es lo único que pido cuando compro un disco de esta banda emblemática del heavy metal de siempre. Y el bigotudo almirante te señala con su dedo para que pases por caja.
Nota: 8.
Autor: Ángel Carrasco Sotos
Si querías conocer detalles sobre el nuevo tour, pasaos por la página del grupo.
Os dejo con Biff Byford presentando tema a tema el álbum. Una delicia.
Yo también quemé el Crusader y todos los primeros discos en su momento. Los vi tocar, no recuerdo el año, pero eran ya mayores y la verdad es que se lo curran. Igual me animo con este, aunque ultimamente estoy bastante paganosa.
Un abrazo, Ángel.
Lo tengo cargado en mi móvil y le he pegado un par de escuchas, pero sin más. Se deja escuchar bien, pero tendría que prestarle más atención, aunque de momento ha quedado apartado y ahora estoy con lo nuevo de YES.
Un saludo.