Hay comentarios que por si mismos son merecedores de salir a la superficie y no permanecer escondidos detrás de otra entrada y
Flying no solo ha ayudado a elevar el nivel de calidad del blog con sus dos colaboraciones, ya que muchos y variados han sido sus comentarios en las diversas entradas, pero hay un par de ellos que sin duda tienen que salir a la superficie y este de hoy es el primero de todos.
Flying sobre Andrei Tarkovski, al que considera el mejor director de la historia del cine:
Voy a hacer mías esas palabras para dar fe de lo que representan, la riqueza de sus obras y de que lo mas popular o convencional casi nunca es precisamente lo mejor… parte del prólogo del librito de la edición coleccionista de Sacrificio, editada por Cameo:
«Lo que distancia al cine de Tarkovski de los gustos actuales y de las convenciones cinematográficas más asentadas, no son sólo peculiaridades de estilo. Son también las profundas motivaciones que le impulsaban a filmar. ¿Quién conoce hoy argumentos y personajes como los suyos? ¿Quién se atreve a enfrentarse con cuestiones tan capitales? Podemos preguntarnos también si los espectadores de hoy estamos preparados para recibir las creaciones de su imaginación. Si lo merecemos incluso.
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Tarkovski era un cineasta metafísico, y supo transmitir conceptos trascendentales, y hablar de realidades espirituales, haciéndolos visibles en la pantalla. Lo logró a través de atmósferas dramáticas minuciosamente construidas, donde pudiesen encajar, con armonía, imágenes poéticas que condensaran significados. Determinadas manifestaciones de la belleza artística pueden producir un escalofrío. Es lo que el propio cineasta quería decir al escribir que <>. Y con frecuencia, en sus películas, hay momentos que producen temor, pues en ellos aparece la fascinación por lo desconocido y lo que sobrepasa a los hombres, es decir, a sus personajes y al espectador. Es algo cercano a lo que en otro tiempo era llamado el «temor de Dios», y también a aquello que Goethe denominaba «estremecimiento sagrado». Esto sucede siempre que Tarkovski se atreve a hacer visible lo invisible.
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Una mujer, muerta hace años, retorna insistentemente junto a su compañero en Solaris. En la misteriosa «zona» de Stalker, la distancia más corta entre dos puntos nunca es la línea recta, y en el corazón de esa zona hay una habitación donde se cumplen los deseos. Añádanse las apariciones de espíritus en El Espejo y Andrei Rublev, y, en fin, todas las secuencias oníricas de su cine, incrustándose en un espacio fílmico sacralizado donde todo es posible»
Angel Sobreviela, licenciado en arte y poeta, autor del libro «Andrei Tarkovski, de la narración a la poesía» (Fancy ediciones, 2003)
Flying:
Andrei Tarkovski, uno de los mas grandes, sino el más del Séptimo Arte, sus obras están llenas de imágenes y escenas simbólicas que condensan una gran cantidad de significados, que hay hasta detallados debates y estudios aplicados a su obra, como ese de Miradas de Cine, o este articulo como base a su película más autobiográfica, El Espejo.
El Espejo es una película en la que cada cual se puede reflejar en ella con la vida vivida del quien la visualiza, en ella hace posible lo imposible, como esa escena de un sueño sobre la infancia del protagonista, donde pasa de un tiempo a otro sin aplicar corte alguno, solo mediante el enfoque a un espejo.
Los finales de sus películas suelen desembocar, con algunos de los mejores finales de la historia del Séptimo Arte, en acontecimientos que te dejan pensando y reflexionando por un largo tiempo…
Stalker (final)
«Amo tus ojos, mi adorada, con sus chispas fascinantes, cuando los alzas de forma inesperada y cual rayo celeste rutilante, alrededor echas una rápida mirada. Pero hay otro encanto prominente: Cuando los ojos bajas pudorosa en minutos de ósculo vehemente, y a través de las pestañas hermosas sale el fuego de tu pasión ardiente…»
El Espejo (final)
<"¿Y que pasará con tu madre si no te recuperas?"
<"Nada, todo se arreglará... todo saldrá..."
————————————
<"¿Que quieres que sea, un niño o una niña?"
Titulado en leyes, amante del apasionante mundo de las estadísticas y desde 2007 en la Red con este artefacto llamado RockTheBestMusic. Y sí, Led Zeppelin es el mejor grupo que ha transitado por el Planeta TIierra.
Sin duda podrías leer mi pensamiento,Perem,…cuando leía a Flying en sus comentarios pensaba que era una lástima que no fueran entradas completas…si esta persona nos regala comentarios así,de los que hasta las comas aportan información y enseñanza,sus entradas,sus charlas…deben ser…ufff…para resetear toda la tontería que llevamos dentro y dejarle hueco en el disco duro a cada suspiro que de.
Esta que escribe,desde luego,permanecerá pendiente hasta del viento que mueva su flequillo.
Achuchones!!
No conocía la obra de este señor y después de leer a Flying creo que me estoy perdiendo algo muy grande.
Saludos.
Flying, tal como digo en la entrada, me ha parecido oportuno rescatar este comentario tuyo para que figure como una entrada. Espero que tenga tu permiso para ello.
Un saludo.
Sin duda este comentario merece ser elevado a entrada. Mataría por escribir la mitad de bien…
Un saludo!!
eloido
Escribir bien es un arte maravilloso.Viajamos a través de las palabras. Soñamos gracias a las palabras.
Un abrazo
Todavía recuerdo cuando nos poníamos en casa muy serios y trascendentales a ver Solaris.
Uff, tremendo.
Salud.
Desde luego, tienes mi permiso, y toda la libertad que permitas tomarte. Aunque no son exactamente mías esas palabras en comillas, el autor es el que figura en la base del comentario, Angel Sobreviela
Andrei Tarkovski, uno de los mas grandes, sino el más del Séptimo Arte, sus obras están llenas de imágenes y escenas simbólicas que condensan una gran cantidad de significados, que hay hasta detallados debates y estudios aplicados a su obra, como ese de Miradas de Cine, o este articulo como base a su película más autobiográfica, El Espejo.
El Espejo es una película en la que cada cual se puede reflejar en ella con la vida vivida del quien la visualiza, en ella hace posible lo imposible, como esa escena de un sueño sobre la infancia del protagonista, donde pasa de un tiempo a otro sin aplicar corte alguno, solo mediante el enfoque a un espejo.
Los finales de sus películas suelen desembocar, con algunos de los mejores finales de la historia del Séptimo Arte, en acontecimientos que te dejan pensando y reflexionando por un largo tiempo…
Stalker (final)
«Amo tus ojos, mi adorada, con sus chispas fascinantes, cuando los alzas de forma inesperada y cual rayo celeste rutilante, alrededor echas una rápida mirada. Pero hay otro encanto prominente: Cuando los ojos bajas pudorosa en minutos de ósculo vehemente, y a través de las pestañas hermosas sale el fuego de tu pasión ardiente…»
El Espejo (final)
<"¿Y que pasará con tu madre si no te recuperas?"
<"Nada, todo se arreglará... todo saldrá..."
————————————
<"¿Que quieres que sea, un niño o una niña?"
Te agradezco una vez más por dedicarme una entrada. Un saludo
Hey Perem, me gusta mucho esto que te he observado en varias ocasiones. Me gusta eso de que hayas reivindicado, ensalzado o subrayado textos o comentarios de gente relativamente anónima como en este caso Flying que puede aportar mucho más conocimiento sobre determinados aspectos. Viva la diversidad y el respeto. Abrazo, my master of racket.
Flying, creo que ya había quedado claro que el texto era de Angel Sobreviela, pero por si acaso acabo de modificar la entrada, y he aprovechado para incluir el texto de tu comentario, de esta manera enriquecemos todavía mas este artículo dedicado a Tarkovski.
El Oido, no hay duda de que era merecedor de figurar en el blog.
India, hay comentarios que son merecedores de figurar en el blog como una entrada mas, y siempre que veo uno miro de que así sea.
Tsi, muy buenas tus palabras.
Maribel, por si acaso te decides a ver alguna cosa de Tarkovski, un consejo, tomatelo con calma.
Paula, Solaris!!! como bien dices, hay que ponerse serios y trascendentales para ver la película, no es precisamente Avatar.
Wood, como bien dices no es la primera vez, y tpoco va a ser la última. Me gusta esa interrelación.
Un saludo.
Gracias por traerme a la memoria al señor Tarkovsky, que no me aparecía desde hacía mucho tiempo. Además, me recuerda anécdotas divertidas de cuando una era mozalbeta y cinéfila seria, no como ahora.