De: Gallows Pole
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La reacción al tercer disco de Led Zeppelin fue, en su momento, bastante tibia. La crítica esperaba un sonido más duro, y los fans reclamaban que el grupo siguiera por el camino marcado en el II. Algunos acusaban al grupo de ser poco más que unos cuantos músicos bajo un nombre, y la respuesta fue muy clara. Page:
“Acabamos hartos de las reacciones sobre el tercer álbum, de la gente diciendo que solamente éramos un montaje. Así que dijimos: ‘¡Saquemos un álbum sin título!’ De ese modo, a la gente le gustaría o nada”
Y vaya si les gustó. Para la mayoría de los fans y para la crítica, el cuarto álbum es el mejor de Led Zeppelin (algunos fans prefieren Physical Graffitti, quizás por ser doble), y en mi opinión, la banda nunca volvería a llegar al nivel que alcanza en este disco. Desde luego este disco es legendario, casi mitológico, con una historia muy particular detrás de cada pequeño detalle.
Para empezar, su título. Por razones de continuidad, todo el mundo tiende a llamarlo Led Zeppelin IV, aunque esto no es del todo riguroso. En su versión original, no había absolutamente NADA escrito en el disco que permitiese identificarlo, salvo la frase “Produced by Jimmy Page” en la funda interior. La sensación de misterio que encierra la edición en vinilo es formidable (si sois fans de Led Zeppelin, deberíais buscar una copia de segunda mano y echarle un vistazo, merece la pena), algo que se ha perdido completamente con la edición en CD. Y para aumentar más el misterio, en la funda también aparecían unos extraños símbolos rúnicos.

Otro tanto sucede con la portada, que en esta ocasión conectó más con los gustos del grupo, como comentaba Page:
“Robert y yo ideamos el diseño del IV. Robert había comprado la lámina que aparece en la portada en una chatarrería en Reading. Entonces se nos ocurrió la idea de que la imagen -el hombre con la leña- representase lo antiguo en un edificio derruído, con lo nuevo surgiendo por detrás.”
A este respecto, en una de las casas que se ven al fondo de la foto aparece un cartel blanco con este mensaje: “Alguien muere de hambre cada día”. Se intentó que las letras fueran más visibles, pero el resultado es el que aparece.
La ilustración del interior, elegida especialmente por Jimmy, fue realizada por Barrington Colby, y representa al Ermitaño del tarot, una figura que representa (siempre según Page) autosuficiencia y sabiduría. Por supuesto que tiene sus curiosidades; si poneis el dibujo junto a un espejo, la montaña parece un dragón (o un perro, o cualquier cosa que querais… ).
Y lo último. En la funda del disco aparecía la letra de una de las canciones. Se trataba por supuesto, de Stairway To Heaven. Pero vayamos por orden:
Black Dog 

(Jimmy Page, Robert Plant & John Paul Jones)
Ruido sordo de guitarras y arranca la canción (y menudo arranque). Piropos descarados de Plant, un riff elaboradísimo, y la contundencia habitual de Bonham, con un ritmo quebrado. Black Dog fue lanzado como primer single del álbum en diciembre del 71, y llegó al puesto 15 de las listas americanas (sobre la carrera comercial del Untitled, es curioso comprobar que no llegó al numero uno de ventas, puesto ocupado por otro disco mítico, Tapestry de Carole King). Es un buen botón de muestra del álbum: rock puro y duro, directo al estómago.
Cabe señalar que en esta ocasión el riff sobre el que se construye la canción es el del bajo, cortesía de John Paul Jones. También que los arreglos vocales están influenciados por Oh Well de Fleetwood Mac, algo admitido por el propio Robert Plant (por cierto, esa canción es una de las mejores que yo haya oído en mi vida). Pero sobre todo merece la pena aclarar el nombre. Ese “perro negro” era un perro labrador que deambulaba por Headley Grange mientras la banda grababa. A Robert le gustaba presentar la canción contando que el perro era “demasiado viejo para bailar el boogie”.
Sólo una nota más: en los conciertos Led Zeppelin solía reemplazar la apertura de Black Dog con la de cualquier otra como Out On The Tiles o Bring It On Home, quizás como broma sobre el parecido de los acordes.
Rock And Roll 

(Jimmy Page, Robert Plant, John Paul Jones & John Bonham)
Bajo cualquier punto de vista, una de las mejores canciones de rock de todos los tiempos, y una de mis favoritas. Rock And Roll, titulada inicialmente It’s Been A Long Time, fue concebida como un homenaje a las canciones clásicas del género, y así no es extraño encontrar al final de la canción a Ian Stewart, el pianista de los Stones o descubrir que el ritmo de la batería deriva del de Good Golly Miss Molly de Little Richard. Ese ritmo de batería es uno de los mejores que se recuerdan, hasta el punto de haber sido sampleado por varios grupos actuales, como los Beastie Boys (y seguramente de forma oculta por otros muchos grupos de hip-hop).
Por cierto, puede que el nombre de Ian Stewart no os recuerde nada a los Stones (¿pero no eran Jagger, Richards y todos esos?) pero es cierto: Stewart era miembro de los Stones, pero su primer manager, Andrew Loog Oldham, decidió que su aspecto no era lo suficientemente comercial, y le convirtió en mero road manager. Ian era amigo de los Zeppelin, y volvería a repetir con ellos en Boogie With Stu, una canción cuyo riff es casi idéntico al de Rock And Roll, excepto en el tempo.
The Battle Of Evermore 

(Jimmy Page & Robert Plant)
Tras un arranque tan vigoroso, se impone escuchar una canción más lenta. Y se trata de The Battle Of Evermore, una canción hermosísima de temática medieval-fantástica y con la voz invitada de Sandy Denny, vocalista de Fairport Convention. La leyenda de la canción dice que Sandy casi se ahoga para intentar llegar al tono de Plant, aunque esto parece una exageración. En cualquier caso, la suma de estas voces es uno de los momentos cumbres del disco.
La instrumentación se aleja de lo habitual en Led Zeppelin (no hay batería) y así podemos escuchar a Jimmy Page tocando la mandolina; desde luego que no es lo suyo, pero hay que admirar su versatilidad. Pero voy a detenerme en analizar la letra:
Por aquel entonces, Robert estaba leyendo un libro sobre las guerras en la frontera de Escocia, lo que mezclado con la habitual influencia de Tolkien, dio forma a la canción. Aparte del “Señor Oscuro”, que sería Sauron, hay una referencia más oscura; los “ringwraiths” son los Nazgul, y ese es el nombre que les da la gente de la tierra media. Los Nazgul son sirvientes de Sauron, que recorren la tierra en busca del anillo, encontrado por Bilbo Bolsón (“Bilbo Baggins”) en El Hobbit. Los Nazgul visten de negro, y de ahí la línea de la canción. Tambien podemos identificar a la “reina de la luz” como Galhadriel. Otras referencias son Avalon (la región mágica a donde fue el rey Arturo tras su muerte) y las runas mágicas, que seguramente son los cuatro símbolos de la banda. El resto de alusiones provienen de un libro de Lewis Spence, “The Magic Arts in Celtic Britain”.
Stairway To Heaven 

(Jimmy Page & Robert Plant)
LA canción. No importa a quién se lo preguntes, el nombre de Led Zeppelin está indisolublemente unido a Stairway to Heaven, posiblemente la mejor canción rock de todos los tiempos. Las cifras cantan, y Stairway to Heaven es una de las canciones más radiadas de todos los tiempos, más de 3 millones de veces, y es pieza obligada de todos los aspirantes a guitarrista (también es la partitura más vendida de la música rock).
Siguiendo con el caracter mítico (o mitológico) de todo el disco, circula una bonita leyenda sobre el primer concierto en que la banda tocó Stairway to Heaven: fue en el Ulster Hall de Belfast, el 5 de marzo de 1971, antes de que se publicara el disco, y los chicos querían comprobar si al público le gustaría la canción. La tocaron perfectamente, sin ningún fallo, y al acabar el público se quedó en silencio. “Creo que dejaremos ésta fuera” dijo Plant a los demás. Y justo cuando se giraba, vio una luz en el público; de repente, una atronadora ovación pidió que repitieran la canción. Si bien esta historia no esta confirmada, hay otra que sí lo está: la versión más larga que jamás hicieran Led Zeppelin coincidió con… su último concierto, el 7 de Julio de 1980 en Berlín.

Pero vamos a la canción. La letra es mágica, intrigante, y sobre todo hermosa. Se dice que estaba dedicada a una mujer que conocían Page y Plant, pero la referencia a la “dama” podría hablar más del materialismo (“hay una dama que cree que todo lo que brilla es oro”). La referencia clara a esta mujer sería el trozo de la “Reina de Mayo”, la chica que preside una fiesta de la primavera. El trozo del “seto” (hedgerow) sería una alusión más o menos directa a los genitales femeninos (en jerga inglesa, “bush”, arbusto) y toda la estrofa hablaría de la llegada a la madurez de una adolescente. Plant ofrecía una versión más refinada:
“Lo que es, es el comienzo de la primavera, cuando los pájaros hacen sus nidos, cuando empiezan la esperanza y el nuevo año. ¡Y no tiene nada que ver con esas cosas raras que se leen en América!”
Las cosas raras de las que habla Plant merecen un comentario aparte. Aunque parezca mentira, hay quien piensa que Stairway to Heaven contiene un mensaje oculto, que se descubre al poner la canción al revés. La técnica para ocultar mensajes invertidos en una canción (si es que existe como técnica) se llama “backmasking”, y tuvo como descubridores a varias sectas ultrarreligiosas de Estados Unidos, siempre dispuestos a encontrar influencias perversas en la música rock. Según esto, al llegar al trozo “…yes there are two paths…” de la canción, se puede escuchar “Here’s to my sweet satan” (¿). Todo esto enlaza con el rumor de que el grupo había vendido su alma al diablo a cambio de fama y fortuna, lo que los acarreó numerosas desgracias: la muerte del hijo de Plant, la de Bonham, etc. Este rumor no es nuevo, y ha rodeado a artistas como Nicola Paganini, Jim Morrison, Eric Clapton (que también es “dios”, según las pintadas que aparecían en los locales donde actuaba) Alice Cooper y en general cualquiera con un mínimo éxito.
Volviendo a temas más serios, la música de Stairway To Heaven destaca por la perfecta fusión de elementos acústicos y eléctricos. Al principio de la canción oímos el tema principal, interpretado por una flauta dulce (no es un mellotron, como creen algunos) que toca, para variar, Jones. Enseguida aparece la guitarra y luego la voz de Plant; la guitarra va ganando en fuerza y aparece la batería, impecable. Por su parte el solo se grabó en varias tomas con una Fender Telecaster; Page probó varios solos distintos y escogió después el que más le convencía; hay varias tomas alternativas en discos piratas, pero ninguno de los solos es mejor que éste.
Por último, ante una canción tan apabullante como esta, uno siempre se lanza a buscar parecidos o coincidencias. Así, los más entendidos (o los más aguafiestas) aseguran que los acordes iniciales remiten a una canción de Johnny Rivers, llamada Summer Rain, o quizás a And She’s Lonely, de la Chocolate Watch Band, un grupo psicodélico. Es poco probable que Led Zeppelin se inspiraran en estas canciones, pero si resulta más probable que lo hicieran con Taurus, un tema instrumental del grupo Spirit. De cualquier modo, los acordes que siguen a la introducción y el desarrollo de la canción son puramente originales, y más bien ha sido Stairway To Heaven la que ha influído al resto del mundo en la manera de hacer canciones acústicas. Pura magia.
Misty Mountain Hop 

(Jimmy Page, Robert Plant & John Paul Jones)
La cara B del disco empieza con el mismo vigor que la primera. Misty Mountain Hop tiene un ritmo que hace que no pase desapercibida. El título de la canción es de nuevo una alusión a Tolkien, en concreto a uno de los lugares mencionados en El Hobbit. Sin embargo, la historia que cuenta Robert es mucho más realista e irónica.
Parece claro que la letra se refiere a ciertos problemas con la policía y con algun tipo de sustancias ilegales; otras fuentes señalan que puede estar relacionada con el cierre de una comuna cerca de Londres. Sea como fuere, cantar esa letra planteaba sus dificultades, y así una de las lineas se “atraganta” (la que comienza con “there you sit…”). Sin embargo, el grupo debió pensar que la toma era demasiado buena para cortar (y la verdad es que sí).
Four Sticks 

(Jimmy Page & Robert Plant)
Una de mis canciones favoritas del disco, con una atmósfera realmente hipnótica. Puestos a buscar interpretaciones enigmáticas, el título (“cuatro palos”) se prestaría a ello, pero la explicación es mucho más sencilla; John Bonham toca la batería con dos baquetas en cada mano, lo que explica el ritmo tan rotundo y el título.
Four Sticks es una canción un tanto infravalorada, como lo demuestra el hecho de que sólo se interpretó una vez en público en Copenhague en el 70 (curiosamente en el mismo concierto la banda hizo su única interpretación de Gallows Pole). A cambio, fue una de las dos canciones que Led Zeppelin grabaron en una sesión especial acompañados por la Orquesta Sinfónica de Bombay -la otra fue Friends-. Sin duda, lo mejor de Four Sticks, aparte del ritmo de bateria, es el riff de guitarra, tan machacón como efectivo y sobre todo, la parte vocal. Hacia el final de la canción, Plant se desmelena y empieza a “maullar”, en un tono inalcanzable para cualquiera.
Going To California 

(Jimmy Page & Robert Plant)
Según Plant, Going To California refleja una de sus obsesiones líricas: la búsqueda de la mujer perfecta, una mujer que “nunca ha nacido”, según dice la canción. Hasta tal punto que solía añadir un verso cuando interpretaba la canción (“it’s infinitely hard”, es infinitamente difícil). En el concierto de Knebworth en 1990, añadió: “¿Sabéis? Sigue siendo difícil”.
Aunque puede que Going To California sea la pieza más floja del disco, no desmerece al resto, y es una canción muy agradable de escuchar. Recientemente algunos han señalado el parecido entre esta canción y Given To Fly, de Pearl Jam (1998). Esta última tiene un sonido mucho más fuerte, que la hace más Zeppelin incluso que su “original”.
When The Levee Breaks 

(Jimmy Page, Robert Plant, John Paul Jones, John Bonham & Memphis Minnie)
La mejor manera de acabar el disco era con un blues, la tercera fuente de la que se alimentaban Led Zeppelin (las otras dos serían el folk y el rock and roll clásico). Pero este no es un blues cualquiera; desde el primer segundo, una batería descomunal nos graba el ritmo en la cabeza. Para conseguir este sonido único, Andy Johns y Jimmy Page experimentaron variando la posición de los microfonos y de la batería de Bonham. Finalmente, colocaron la batería junto a unas escaleras, y el micrófono unos tramos más arriba, recogiendo este sonido cavernoso.
When The Levee Breaks es una versión radicalmente diferente de una canción de Menphis Minnie y Kansas Joe McCoy, grabada hacia 1928. La historia de la canción, y del “dique” es bastante curiosa. Después de la guerra civil americana, muchos antiguos esclavos se asentaron y construyeron sus granjas en la ribera del Mississippi, desde el norte de Greenville hasta Memphis (una zona que se suele llamar el “delta”, aunque no hay que confundirla con el delta del río, al sur de Nueva Orleans). La razón de que se instalaran allí fue la riqueza del suelo, que sufría periodicas inundaciones. Precisamente para paliar esas inundaciones se construyó un dique de 45 pies de altura. A principios de este siglo, las inundaciones devastaron varias granjas y cosechas, y muchas familias emigraron rio arriba hacia Chicago, a la vez que aumentaba la delincuencia o la prostitución en las zonas junto al río. Curiosamente, también proliferaban los locales donde empezaron a tocar bluesmen como Robert Johnson, Tommy Johnson o Son House. Los patrones de los locales eran muy exigentes, y parece ser que los músicos podían meterse en problemas si no agradaban al público.
Todo esto recogido en la canción, de nuevo con un Robert Plant sobresaliente, y la guitarra de Page acompañando perfectamente a Bonham, y más efectos curiosos, como el “panning” (el sonido cambia de un canal al otro) final y algunos trozos de guitarra grabados y reproducidos al revés.
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