Mark Knopler había coincidido en algunas sesiones de Brewer’s Droop con Pick Witers, que hacía las labores de batería, persona que también conocía a David, hermano de Mark y que también emerger en el difícil mundo de la música. Pick y David tenían proyectado hacer una banda de R’N’R, tenían casi todos los miembros, David a la guitarra, Pick a la batería y al bajo a John Islley. Pero les faltaba un cantante, así que David pensó en Mark al cual presentó al resto e la banda. La compenetración fue rápida y sencilla, Knopfler cantaba, pero su mejor voz siempre emanaba de sus dedos al contacto de su Stratocaster roja. Todos tenían un denominador común: apenas tenían dinero para sobrevivir, tan solo John tenía trabajo estable y no precisamente bien remunerado, con lo cual Pick decidió bautizar a la banda como Dire Straits (Al borde del abismo, situación desastrosa, vamos, algo asi como los sin un duro). Los primeros ensayos fueron realizados en un piso que todos terminaron compartiendo, y cuando pudieron reunir dinero, decidieron grabar una maqueta que iba a ser la rampa de lanzamiento de la banda. Esa maqueta estaba formada por «Water of love», «Wild west end», «Sacred loving», y «Sultans of swing”, tema que les llevaría a la fama.
John conocía a un afamado dj londinense llamado Charlie Guillet, que por aquel entonces presentaba un concurrido programa en Radio London dedicado a las novedades discográficas y le presentó la maqueta, a la cual Charlie no presentó especial atención hasta que escuchó “Sultans of Swing” la cual empezó a pinchar sin parar a lo largo de su programa, la centralita de la emisora quedó colapsada por las llamadas de una sorprendida audiencia enamorada platónicamente de la canción. ¿Quienes eran?, ¿Cómo se llamaban?… De aquí a la fama. Los Straits fueron rápidamente fichados por Phonogram firmando por diez álbumes.
Los Straits con Knopfler a la cabeza graban su debut a finales de 1977, época de la euforia punk. Era la moda y los Straits sabían que iban a ser los únicos en hacer ese género musical. No rompían con nada, no eran revolucionarios, todo lo contrario, hacían rock clásico. En 1978 se edita su primer álbum “Dire Straits”, con nueve temas escritos por Knopfler. El álbum se lanza en Inglaterra y apenas tiene repercusión, tan solo llega al puesto 37 de las listas británicas. Como apoyo al álbum, los Straits inician un gira por Inglaterra obteniendo buena respuesta del público. Dire Straits es un banda de directo. Posteriormente se lanza al resto de Europa y aquí si que obtienen éxito. En Holanda obtienen el número uno, y en Alemania su éxito es rotundo. En EE.UU. llegan al multiplatino. Los sultanes se oyen en todas las emisoras del mundo, con «Sultans of swing» como estandarte. Su gira prosigue por todo el mundo y tras tocar en las principales ciudades europeas, inician una extensa gira por USA muy bien acogida.
Sin tiempo para asimilar lo sucedido en apenas un año, los Straits comienzan las sesiones de grabación de lo que iba a ser su segundo álbum: Communique. Otros nueve temas todos ellos compuestos por Mark Knopfler, constituirán el disco, que va a representar una leve pero evidente evolución con respecto al primer álbum. Los sonidos están más depurados, es un álbum más íntimo y también más crítico.
Los Straits son declarados el mejor grupo de 1978 en Australia. «Sultans of swing» será una de las canciones más radiadas y vendidas en todo el mundo. Communique entra en las listas de los álbumes más vendidos en todo el mundo y comienzan una segunda gira mucho más extensa. Dire Straits es una banda a la altura de Police o Roxy Music.
La banda comienza a tener problemas, ya no es tan compacta como antes. David Knopfler no aguanta más y deja la banda. Sus motivos oficiales son la política de conciertos llevada a cabo, el intensísimo trabajo al cual se veían sometidos, y la consiguiente falta de creatividad de la banda, que según David, había perdido el norte, las raíces, y se había vendido al show-bussiness; los motivos extra-oficiales serían una falta de protagonismo de David en la banda, Mark lo acapara todo, y David ni tan solo ha compuesto un tema en Dire Straits.
1980 va a suponer la gestación del tercer álbum de Dire Straits: «Making movies». Para este álbum se contrata a Hal Lindes para sustituir a David en las labores de guitarra rítmica, y también a Alan Clark a los teclados. Siete van a ser los temas de Making Movies. Es el álbum más contundente y guitarrero, pero a la vez sigue teniendo el sello inconfundible de la factoría Knopfler. Making Movies funciona a las mil maravillas en todo el mundo. Apoyando a este álbum, los Dire inician su tercera gira que les llevará nuevamente a países como Alemania, Holanda, Francia, Italia siendo cabeza de cartel en el Festival de San Remo, Australia, USA, y España, Dire Straits ya no es tan solo una banda importante dentro de la escena musical. Se han convertido en una banda aclamada por las masas, en una banda dinosaurio con audiencias superiores a las 20.000 personas por concierto.
1981 será un año en el que los Straits se dedican «a recoger la cosecha», Making movies sigue funcionando bien, y los de Knopfler prefieran tomarse un tiempo y recargar baterías para lo que iba a ser un año 1982 muy movidito. En primer lugar la grabación de su cuarto álbum que iba a suponer una cierta ruptura con el sonido inicial que identificaba al grupo, pero en realidad era una simple evolución hacia el rock sinfónico. «Love over gold» con cinco temas tan solo es un álbum complejo debido a sus recargadas texturas y por romper un tanto con el sonido Straits hasta la época. Los temas rebosan calidad, el sonido aun siendo mucho más barroco, sigue llegando a las masas, siendo una mezcla del sinfonismo de Pink Floyd y las melodías de Genesis, pero eso sí, con la inconfundible etiqueta Knopfler.
1984 será el año de la edición del primer álbum oficial de Dire Straits en directo: «Alchemy», el cual recoge lo mejor de la banda. Majestuoso, épico. Sorprendentemente el perfeccionista de Mark Knopfler no quiso retocarlo en estudio. «Sultans of swing» destaca por tener uno de los más imitados riffs de guitarra, que lleva a Mark a ser considerado como el mejor guitarrista del mundo. El álbum, sin embargo no obtiene la respuesta esperada.
A finales de 1984 los Straits comienzan la grabación de su quinto Lp, «Brothers in arms» que vería la luz a mediados de 1985. Nueve temas, en los que encontramos un cóctel de diferentes estilos: el pop más característico de los años ochenta, el rock en su más pura esencia, el sinfonismo de «Love over gold», la música de raíces, y la música de minorías (jazz y blues). Un cóctel que iba e reventar todas las listas de superventas en todo el mundo, convirtiéndose en número uno en 25 países siendo uno de los álbumes más vendidos en la historia.
Para apoyar este álbum realizan una gira con más de 250 conciertos por todo el mundo que les iba a llevar más de año y medio en la carretera. Wembley Arena fue el marco donde «Brothers in arms» se presentaba en directo con una banda formada por siete músicos capaces de compaginar el rock, la balada, el sinfonismo, y el blues más puro.
En esta ocasión la gira absorbe totalmente a los Straits, que terminan realmente agotados, incluso corren los primeros rumores de la desaparición del grupo. Dire Straits se convertía de esta manera en un grupo que hacía música que gustaba a todo el mundo, desde quinceañeros hasta altos directivos. Se convierten en el mejor grupo de los ochenta.
En 1988, y ante la clara presunción del «no habrá más discos de Dire Straits, la casa discográfica publica un recopilatorio con lo mejor de la banda añadiendo una versión inédita en directo del tema «Portobello belle», y remezclas de «Twisting by the pool» y «Telegraph road». Todo un éxito de ventas en todo el mundo.
En 1991 Mark Knopfler se mete en el estudio para componer lo que va a ser el nuevo álbum de Dire Straits. Es uno de los retornos más esperados, y el 12 de agosto de 1992 se estrena su primer single «Calling Elvis», en todas las emisoras del mundo. Claro homenaje al rey del rock and roll, el tema posee un retorno a las raíces del grupo con innovaciones compositivas.
Pese a todo, la crítica no es demasiado optimista, y ven como forzado el retorno de los Straits como un finalidad meramente económica. Ya tiene programados más de 300 conciertos en todo el mundo, lo que supone entrar en el Guinness de los récords con la gira más extensa y la de más audiencia. El disco entra en listas y arrasa, siendo número uno directo. La gira hace parecer que la existencia de los Straits llega a su fin, por las declaraciones del propio Knopfler al término de la gira.
En 1995 se lanza «On the night» un álbum en directo que recoge los mejores momentos de última gira de la banda. El álbum no se vende como se esperaba, aunque llega a número uno algunos países.
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