La última vez que estuve en la Penélope fue para ver a Harem Scarem. Sonaron fatal. Y sé que la culpa no la tuvo la banda, pues una semana antes los había visto en Nottingham y cualquiera pensaría que fuese la misma banda. Desde entonces, habiendo olvidado lo ocurrido años ha con Opeth en el mismo sitio, temo lo que podría encontrarme. Parece ser una lotería, y es que allí sonaron bien Anathema, o hace bien poco Biohazard, por nombrar algunos. Uzzhuaïa son garantía de conciertazo, pero cuando un factor determinante como es el sonido, no está al nivel, poco se puede hacer.

Cuando hablamos de salas de fiesta que hacen las veces de salas de concierto, los horarios se respetan al dedillo. Los rockeros han de abandonar el recinto rapidito para poder reabrir más tarde a la hora señalada. Si se pusiera el mismo empeño en otros factores, otro gallo cantaría. Listea comenzaron su concierto a las 20:30, presentando un rock castizo que me pareció algo más duro de lo que ofrecen formaciones como Marea o Sínkope, muy guitarrero, con letras reivindicativas y de dejes poéticos. Unos tipos muy simpáticos que, se nota, hacen esto por puro placer. No pararon de sonreír y animar a los presentes, poniendo mucho empeño en calentar el ambiente. Casi una hora de rock de toda la vida, sin artificios.

Listea-1

Con Listea, la acústica no se portó mal del todo. Los graves estaban demasiado altos, y la voz un tanto enterrada bajo el resto, pero se podía escuchar todo de forma bastante decente, siempre asumiendo que el grupo telonero no suele disfrutar del mejor sonido de la noche. Asumimos mal. Uzzhuaïa sufrió los mismos problemas, unos graves desbocados al inicio, que se corrigieron más tarde, pero unas guitarras que sonaban como si los amplificadores estuviesen tapados. Opacas, graves y saturadas. Costaba entender los riffes, y a pesar de dar vueltas alrededor de la sala, quedándome hacia el final del concierto junto a la mesa de sonido, no noté excesiva mejoría hasta los últimos temas -«Santos y Diablos» fue la que mejor sonó, justo antes de despedirse la banda-.

Uzzhuaia-2Una vez más, no me arrepiento de calificar al grupo como la mejor banda española de hard rock, y simplemente, una de las mejores formaciones que se pueden ver en directo ahora mismo, sin hacer deferencias de nacionalidad. Son una apisonadora que se toma muy, muy en serio, su labor sobre el escenario. Ni discursos, ni postureo barato, ni solos aburridos. Dan espectáculo haciendo uso de esas plataformas metálicas que tanto gustan, así como regalando tragos de Jack Daniells en mitad esta vez de «No Quiero Verte Caer», sin parar de tocar como posesos durante una hora y cuarenta y cinco minutos, sin descanso.

Aunque el sonido no acompañó, y eso se notó entre el animo de muchos de los presentes, Uzzhuaïa lo partieron una vez más. Del que ya sin atisbo de duda califico como el mejor disco de su carrera, cayeron las mejores, entre ellas la épica «Directo al Mar», la escrita desde las tripas «En Ciernes», «A un Millón de Años Luz», la sabbathica «Bailarás en el Infierno», «Una Historia que Contar» y la americanizada «Santos y Diablos». Todas ellas coreadas por el público como si fueran clásicos. Una sala no del todo llena, pero ocupada por fans que los siguen allá donde se merecen.

El comienzo brutal, que incluyó el pelotazo «13 Veces por Minuto» desencadenó todo un huracán que apenas dejó diferenciar tramos a lo largo de todo el show. Que si la estupenda versión de Héroes, la bailonga «El Solitario», o su himno «Destino Perdición». O si no, la tormentosa «Desde Septiembre». Una no parar de grandes canciones que se vio interrumpido por el medley de versiones que se hizo sin Pau sobre el escenario, Cantando Varone e Isra «Making Believe» (Social Distortion), «Pet Cementery» (Ramones), «Attitude» (Misfits), un popurrí que hubiésemos disfrutado mucho más si el volumen de los respectivos micros hubiese sido apropiado. Ay, el sonido…

Uzzhuaia-3El siempre épico «Blanco y Negro» nos subió al cielo, y es que sigo diciendo que es su canción perfecta para cerrar, a excepción de «Nuestra Revolución», que echamos mucho de menos. Sin embargo, esa despedida con «Santos y Diablos», que como todas sus canciones, gana mucho en directo, fue estupenda, aun quedándonos con ganas de más. Todos se merecen una enhorabuena: Pau, que se salió luciendo unos pulmones descomunales; la pareja de hachas que forman Isra y Alex, que aún sonando de tal manera, hacen suyo el escenario; Varone, a un bajo que nos recuerda la importancia del instrumento en el rock, y sobre todo, al fondo, un animal llamado José que siempre sale por la puerta grande sin necesidad de lucirse con un solo de batería. Pocos aporrean la caja como él.

Posiblemente, de mis cinco conciertos de Uzzhuaïa, este haya sido el peor. Y que ellos poco hayan tenido que ver, pues se encuentran en un estado de forma exageradamente bueno y se entregaron como siempre, dice mucho de las condiciones en que sobrevive nuestro rollo. Lo de ir a un concierto pensando «a ver si esta vez suena bien…» es, en otras partes, inconcebible. Aquí cruzamos los dedos, y nuestro amor por el rock ‘n’ roll le gana la partida a la indignación en muchas ocasiones. En cualquier caso, aplausos ruidoso para Uzzhuaïa. Un concierto de 12€ que se mearía encima de muchos de 30, 40 o X. Tenemos a tiro de piedra a una banda descomunal. Cuidémosla.

Uzzhuaia-4 Setlist de Uzzhuaïa:

 Una Historia que Contar
13 Veces por Minuto
Directo al Mar
Baja California
La Mala Suerte
La Chispa Adecuada
Bailarás en el Infierno
El Solitario
Destinó Perdición
No quiero verte caer
A un Millón de Años Luz
En Ciernes
Making Believe (Social Distortion), Pet Cementery (Ramones), Attitude (Misfits)
1975
Desde Septiembre
Blanco y Negro
Magnífico Fracasado
Santos y Diablos

by: Edgar

by: Edgar

A la música le dedico la mayor parte de mi tiempo pero, aunque el rock me apasiona desde que recuerdo, no vivo sin cine ni series de televisión. Soy ingeniero informático y, cuando tengo un hueco, escribo sobre mis vicios. Tres nombres: Pink Floyd, Led Zeppelin y Bruce Springsteen.

2 Comentarios

  1. Tortran

    Asistí al concierto que dieron al día siguiente en Gijón y la crítica podría valer perfectamente. Eso sí, por lo que cuentas sonaron bastante mejor. Al principio no sonaban muy bien (también sala de fiestas que hace las veces de salas de concierto) pero el de la mesa de sonido no paro de recorrer la sala todo el concierto para ir ajustando (chapeau!) y podemos decir que el sonido fue decente.

    No era mi quinto, pero si mi cuarto concierto de los valencianos y al igual que tú, puedo decir que siempre cumplen y que son de lo mejor que se puede ver en directo. Y por supuesto que son la la mejor banda española de hard rock. Nunca entenderé por qué no tienen más repercusión… UNOS GRANDES

    Responder
    • Edgar Corleone

      Desde sitios como este hacemos lo posible por difundirlos, aunque tengamos aún menos repercusión. Y quién no quiera prestarles la misma atención que a una banda internacional, en fin… ¡ellos se lo pierden!

      Gracias por el comentario. Es un arte que se está perdiendo…

      Responder

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