En un concierto de rock se suele ver headbanding, palmas, saltos. En algunos, mosh. No se suele ver a la gente bailar, pero cuando son Los Zigarros quienes tocan, la cosa cambia.
Agotaron entradas semanas antes del concierto. Me cagué en todo, y me maldije por lento. Luego salté y bailé con “Hablar, hablar, hablar” de fondo cuando anunciaron un “primer pase”, mismo día y misma sala, un par de horas antes. Darían dos conciertos en una tarde\noche, como se hacía en la época de los Beatles, cuando la música en directo era religión. Nosotros estuvimos en el primero, que comenzó a las 20:00.
Cierto es que el repertorio es corto (sólo tienen un disco) y que sabe a poco. Tocan de forma precisa, divertida y natural, sin flecos de parafernalia. Sus canciones suenan a gloria sobre el escenario, mucho más directas que en el disco, más guitarreras, y recuerdan mucho a unos AC/DC, con unos muy precisos golpes de púa y una base rítmica muy bestia. Y es que, repitiendo una canción “Hablar, Hablar, Hablar” y añadiendo tres versiones al repertorio, el concierto se queda en una hora escasa que pasa volando.
El show tuvo lugar en una recogida sala en la que el sudor y el olor a cerveza derramada no podían faltar: pequeña, oscura y estrecha. Un recital de tú a tú, con los músicos al alcance de la mano, y con un sonido sorprendentemente decente. Desde el primer tema todo estaba regulado, y es que sólo eché en falta algo más de potencia en los graves, nada que impidiera bailar, bailar y bailar hasta el final del show.
Su propuesta, tan sencilla, festiva y bien tocada, no invita a, sino que provoca bailar sin oposición posible. No había un alma quieta en las primeras filas. Los ritmos de RnR old school imperaron, y los Zigarros demostraron que los riffes de AC/DC de “No Obstante Lo Cual”, “Dispárame” o “Qué Harás Amor” son universales, que el blues de doce compases acelerado (“Hablar, Hablar, Hablar”, “Voy a Bailar Encima de Ti”) es la mejor música de baile que se ha inventado jamás, y que en lo sencillo está el gusto.
Quedó claro que les sobran tablas, así como que les faltó escenario que comerse. Lo pasamos teta durante un buen rato, el precio fue justo, y el sabor de boca que dejaron es de los que obligan a repetir. Los esperaremos con los brazos abiertos. Definitivamente, al rock español le hacía falta una banda como esta, con música divertida, sencilla y pegadiza, con buenos músicos y con actitud. Ya era hora.
Setlist:
Cayendo por el agujero
Hablar, Hablar, Hablar
No obstante lo cual
Desde que ya no eres mia
Tras el Cristal
Voy a Bailar
Tom Petty – You Wreck Me
Como un Puñal
Voy hacia el mar
Qué harás amor
Muddy Waters – Hoochie coochie Man
Antes que los muertos
Dispárame
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Eddie Cochran – Somethin’ Else
Hablar, Hablar, Hablar
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